Tosto asegura que “bajo ningún punto de vista el intendente quiere un EMOS deficitario” y descarta desfinanciamiento
- Telediario Digital

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Actualizado: hace 7 horas
Ricardo Tosto, secretario general del gremio, rechazó que el EMOS vaya a perder autonomía o presupuesto tras la salida de Juan José Osés. Defendió la transferencia de fondos y aseguró que el ente “está en crecimiento” mientras el Municipio prepara un plan para cobrar deudas judicializables.

El gremio de Obras Sanitarias salió a desactivar la versión de un EMOS sin presupuesto y respaldó la decisión política del intendente, luego de que Juan José Osés renunciara denunciando que la transferencia de fondos dejaba al organismo “sin recursos reales”. Ricardo Tosto, titular del sindicato, aseguró que no existe riesgo de desfinanciamiento y que la lectura del exfuncionario “no es compartida”.
El dirigente explicó que previamente había dialogado con el intendente y que desde el Ejecutivo “bajo ningún punto de vista” se planteó avanzar sobre la autonomía del ente ni convertirlo en una secretaría. Por el contrario, defendió que el EMOS está en “una senda de crecimiento, con superávit, proyección y modernización”, atribuyendo ese proceso tanto a decisiones políticas como al trabajo del propio Osés y los empleados.

Según Tosto, la discusión de fondo responde más a una diferencia de interpretación que a una amenaza financiera concreta. “Juan lo vio de otra manera; yo no comparto esa visión”, afirmó. También remarcó que el intendente no cometería “la torpeza de generar un problema más” en un contexto de crisis social que golpea a municipios de todo el país.
El sindicalista también confirmó que existe una deuda flotante significativa —como señaló Osés—, pero aclaró que no es responsabilidad directa del EMOS, sino del esquema general de recaudación municipal. El ente actúa sobre la mora temprana; cuando la deuda se profundiza, intervienen la Policía Tributaria y luego la Fiscalía Municipal. Tosto sostuvo que el Ejecutivo ya trabaja en un equipo específico para acelerar la judicialización y la cobranza de tributos, incluidos los del organismo sanitario.

Desde una mirada federal, el conflicto vuelve a reflejar una tensión recurrente en los servicios públicos municipales: autonomías limitadas, esquemas financieros frágiles y presiones presupuestarias que se agravan fuera del AMBA. Mientras provincias y municipios cargan con déficits históricos en agua y saneamiento, la discusión por el manejo de fondos adquiere un tono político inevitable.
En ese escenario, la renuncia de Osés abre un interrogante sobre cómo seguirá la gestión del EMOS y si la nueva conducción logrará sostener el orden fiscal que el gremio asegura alcanzar. El oficialismo apuesta a que el conflicto quede encapsulado; la oposición buscará capitalizarlo en plena discusión del Presupuesto 2025.




