Salmones, antibióticos y mares en riesgo: Por que genera alarma la nueva ley en Tierra del Fuego

La Legislatura fueguina aprobó una ley que habilita la cría industrial de salmones en el mar. Científicos y organizaciones ambientales advierten por daños irreversibles, falta de debate y un modelo productivo que ya dejó consecuencias graves en Chile.

Pese a las advertencias de científicos, organizaciones ambientales y sectores académicos, Tierra del Fuego aprobó una ley que habilita la salmonicultura industrial en el Mar Argentino. La decisión, adoptada de manera acelerada en la Legislatura provincial, reactivó un fuerte conflicto político, ambiental y social en la isla pasted.

Guillermo Folguera, doctor en Ciencias Biológicas, advirtió que se trata de una actividad con impactos ambientales, sanitarios y sociales ya comprobados en otros países. “Donde avanzan las salmoneras desaparece la pesca artesanal, se deteriora la salud de las comunidades y se destruyen los ecosistemas marinos”, señaló, al recordar el caso chileno, donde la actividad provocó contaminación, uso masivo de antibióticos y escapes de miles de peces.

Desde el territorio, Nancy Fernández, de la Asociación Manekenk, remarcó que la norma deroga una protección clave que impedía la cría industrial a gran escala en mares, ríos y lagos fueguinos.

“No estaba prohibida toda la salmonicultura, sino el modelo industrial intensivo. Ahora se habilita una producción extractivista que no genera empleo genuino y pone en riesgo actividades locales”, explicó.

Fernández también cuestionó el argumento oficial del empleo como justificante. Según indicó, informes de universidades, del CONICET y de especialistas en economía regional coinciden en que el modelo no es rentable ni sostenible para la provincia.

“Se juega con la angustia social en un contexto de crisis industrial, pero se ofrece una falsa solución”, afirmó.

El conflicto expone, además, una discusión de fondo sobre el federalismo y el uso de los bienes comunes. Para Folguera, la ley se inscribe en una lógica extractivista que atraviesa distintas provincias y gobiernos.

“No es ambiente versus producción: es qué modelo productivo se impone y a favor de quién”, sostuvo.

Las organizaciones anunciaron que continuarán con movilizaciones y acciones judiciales, mientras crece el reclamo por mayor debate democrático y participación ciudadana. La decisión fueguina, lejos de cerrar el tema, abre un escenario de fuerte tensión política y ambiental con proyección nacional.