Récord de trigo y descuentos por mala calidad: alerta en el campo argentino

La Sociedad Rural Argentina volvió a marcar los límites estructurales que enfrenta el interior productivo: embotellamientos en los puertos, caminos rurales deteriorados, retenciones que frenan la inversión y descuentos por la calidad del trigo.

La Sociedad Rural Argentina aprovechó el anuncio de una cosecha de trigo histórica, con proyecciones que superan los 24 millones de toneladas, para volver a poner sobre la mesa un reclamo que el interior productivo repite hace décadas: sin infraestructura, sin reglas estables y con retenciones, no hay competitividad posible, incluso cuando el clima ayuda.

La entidad que conduce Nicolás Pino difundió un comunicado en el que advierte que el “récord” agrícola no debe tapar la realidad: embotellamientos de camiones en los accesos a los puertos de Rosario, rutas rurales en mal estado y la persistencia de retenciones que consideran “un impuesto distorsivo que desalienta la inversión y frena el crecimiento”.

El mensaje apunta a un problema estructural que hace tiempo golpea a las economías regionales: producir cada vez más pero mover esa producción por caminos que no acompañan. La postal de largas filas de camiones esperando descargar, en pleno pico de cosecha, volvió a encender las alarmas sobre el impacto logístico y los costos que terminan absorbiendo los productores.

Otro foco estuvo puesto en la calidad del trigo. Según la SRA, en las últimas semanas se multiplicaron los casos de productores que recibieron descuentos en el precio por parámetros de calidad, justo cuando las cotizaciones internacionales vienen a la baja. La entidad pidió extremar los análisis y definir estrategias comerciales para evitar pérdidas.

El documento también retoma un reclamo histórico: la eliminación total de las retenciones, incluso después del esquema de reducciones iniciado por el Gobierno nacional. Para la Rural, no alcanza con bajar algunos puntos; se necesita un cambio profundo que permita al interior productivo “desplegar su potencial” sin trabas fiscales ni burocráticas.

“Desde hace tiempo los productores enfrentamos problemas estructurales que necesitan soluciones urgentes" reclamaron.

En su cierre, la entidad pidió una agenda común que incluya orden macroeconómico, reglas estables y políticas públicas que pongan al interior en el centro. “Queremos un país donde producir sea posible y donde la competitividad no dependa de una buena cosecha, sino de decisiones que acompañen a largo plazo”, afirmó la SRA, marcando una vez más el pulso del debate federal.