Récord de movimiento, gasto moderado: qué dejó el fin de semana XL en todo el país

Según la CAME, 1,5 millones de personas viajaron por el fin de semana largo y gastaron $249.370 millones en total. Aunque la movilidad creció, el gasto por turista volvió a mostrar señales de cautela y encendió alertas en destinos que dependen del turismo para sostener sus economías.

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El fin de semana largo volvió a poner en marcha la maquinaria turística nacional: 1.491.000 turistas se movilizaron por distintos puntos del país y dejaron un gasto total estimado en $249.370 millones, según el informe difundido por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). La actividad mostró un repunte en volumen, pero con un consumo más medido que en otros años.

La central empresaria destacó que, pese al contexto económico, hubo un 6,1% más de turistas respecto del mismo fin de semana largo de 2023. Sin embargo, el gasto individual no acompañó ese crecimiento: la estadía promedio fue de 2,3 días y el desembolso diario rondó los $72.000 por persona, evidenciando una tendencia a “viajes cortos y presupuestos ajustados”.

El movimiento se sintió de manera diferente en cada región. Las provincias del Norte y la Patagonia recibieron mayor flujo, impulsadas por eventos locales y la búsqueda de naturaleza. En cambio, destinos tradicionales del centro del país registraron un gasto más retraído, una señal preocupante para economías locales que dependen de la temporada para generar circulante y sostener empleo.

Desde el sector empresario remarcan que, si bien el turismo logra oxigenar a miles de pymes, la inflación acumulada y la caída del poder adquisitivo siguen limitando la capacidad de gasto. La foto final deja un escenario mixto: buena movilización, pero con billeteras más duras. Para provincias que construyen su matriz productiva sobre el turismo interno, la recuperación todavía aparece frágil.

En lo político–económico, el dato llega en un momento clave: gobernadores y cámaras empresarias presionan al Gobierno nacional para que defina incentivos concretos al turismo regional, como mejoras en conectividad aérea, créditos a prestadores y políticas de promoción. La expectativa está puesta ahora en el verano, donde se verá si este repunte se sostiene o si el consumo queda atrapado entre la recesión y la inflación.