“Nadie habla de esto”: la trabajadora social que expone el lado invisible de la adopción en Río Cuarto
- Telediario Digital
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Patricia Muñoz García, trabajadora social y referente en adopciones, denunció que la ciudad continúa sin ejecutar la oficina municipal aprobada por ordenanza, pese a que cientos de niños siguen en espera. Cuestionó mitos, explicó por qué las familias nunca son convocadas y advirtió la crisis silenciosa en hogares y residencias
La entrevistada fue protagonista de una conversación que deja al desnudo un problema estructural: en Córdoba hay alrededor de 800 niños en estado de adoptabilidad, pero en Río Cuarto —la segunda ciudad de la provincia— aún no funciona la oficina de adopción prevista por ordenanza municipal.
Patricia Muñoz García, trabajadora social e impulsora histórica del proyecto, advierte que la falta de políticas locales mantiene a los chicos más tiempo en instituciones y profundiza los mitos alrededor del proceso adoptivo.

A lo largo de la entrevista, Muñoz García insistió en que la ley vigente “es buena”, pero que el imaginario social está distorsionado por las historias de familias que llevan años esperando. Sin embargo, explicó que esa espera no se debe a la burocracia, sino a un dato que cambia por completo el debate: el 85% de los niños en adoptabilidad tiene más de siete años, mientras que la mayoría de los postulantes solo se anota para bebés o menores de tres.
“El problema no es el sistema. El problema es que los niños que esperan no coinciden con lo que las familias buscan”, señaló.
La trabajadora social denunció también la invisibilización que viven las residencias de la ciudad. Recordó que hay adolescentes y niños institucionalizados en Río Cuarto que esperan hace años por una familia, mientras trabajadores del sistema atraviesan sueldos precarizados y escaso acompañamiento estatal.
“No se los puede seguir llamando hogares; son instituciones. Y los chicos no pueden vivir etiquetados ahí”, cuestionó.
El punto más crítico del diagnóstico recayó en la falta de decisión política. Aunque una ordenanza aprobada en el Concejo Deliberante creó la Oficina de Adopción local —con presupuesto mínimo y funciones claras—, ningún gobierno la puso en marcha. “Esto debería trascender colores políticos. Hoy uno va a la Secretaría de Niñez y esa oficina no existe porque se decidió no crearla”, lamentó.

Muñoz García pidió avanzar con campañas públicas, trabajo articulado con tribunales y asesoramiento profesional continuo para quienes desean adoptar. También remarcó la necesidad de fortalecer el programa “Familia para Familias”, que permite que chicos pasen tiempo en hogares comunes mientras se resuelve su situación judicial, evitando institucionalizaciones prolongadas.
Como cierre, dejó una advertencia que atraviesa a toda la región: si Río Cuarto y las ciudades del interior no generan políticas locales, la lista de niños esperando familia seguirá creciendo. Y con ella, el silencio social:
“Hablamos mucho de maternidad y paternidad en redes, pero casi nadie dice ‘soy mamá o papá por adopción’. Hay que militar también esta causa”.

