Los jugadores de Estudiantes, entre la emoción y la cautela: “sacamos ventaja, pero no define nada; vamos a Madryn a ganar”
- Telediario Digital
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El León sacó una diferencia clave en el Candini con goles de González y Antonini. Afuera, la gente vivió una fiesta inolvidable. Adentro, los jugadores hablaron de la familia y el desafío final del 30 de noviembre.
Desde temprano, la ciudad se transformó en un ritual futbolero. Familias caminando hacia el estadio, bombos que sonaban en cada esquina, banderas colgadas en balcones y una marea celeste que tomó la zona del Candini como si fuera un barrio entero. Afuera se respiraba emoción; adentro, un clima de final que se sentía en la piel.
La fiesta se extendió a la salida: bocinazos, cantos, vecinos asomados en las veredas y familias enteras sacándose fotos con el estadio iluminado. La noche fue pura emoción, pero también conciencia de que la serie no está resuelta.
La palabra de los jugadores
Después del triunfo, los futbolistas dejaron en claro qué significó esta noche.“La familia siempre estuvo en cada partido acá. Hacen un esfuerzo enorme por venir y sentirlos cerca nos da fuerza”, dijeron en zona mixta, poniendo en el centro a un rol clave en estas instancias decisivas.
También hablaron de lo que implica convivir con la tensión de una final.“Somos jugadores y sabemos manejar la ansiedad. Sabemos que esto todavía no terminó. Hoy dejamos todo, y el 30 vamos a dejar todo de nuevo”, remarcaron, con cautela pero convencidos del trabajo hecho.
El análisis deportivo fue directo:“Estamos muy contentos con el triunfo, sacamos una buena ventaja y fuimos superiores. Pero no define nada. Hay que ir a Madryn a ganar el partido. No podemos confiarnos. Queda una batalla más todavía”.
Palabras que reflejan el espíritu del plantel: celebración sí, relajación no.
Lo que viene: el 30 de noviembre, la batalla final
La revancha será el domingo 30 de noviembre a las 17 en el Estadio Abel Sastre de Puerto Madryn. No hay ventaja deportiva: si Madryn iguala la serie por dos goles, habrá alargue y, si persiste la igualdad, penales.
Estudiantes viajará con una ventaja importante, pero también con algo que no figura en las planillas: una ciudad entera empujando desde atrás, familias que acompañan siempre y un equipo que prometió dejar “todo lo que queda” para cerrar una historia que Río Cuarto sueña hace décadas.

