Los detalles del traslado de Laurta en Entre Ríos tras sus primeras declaraciones

 Pablo Laurta, acusado por el brutal doble femicidio en Córdoba —el de su expareja y su exsuegra— rompió el silencio al ser trasladado este miércoles a la ciudad de Concordia. “Todo fue por justicia”, alcanzó a decir ante periodistas y testigos, en lo que constituyen sus primeras palabras públicas tras los crímenes.

El femicida, detenido el domingo en un hotel céntrico de Gualeguaychú, llegó esta mañana a la Fiscalía de Concordia para ser indagado por un tercer hecho que estremece la investigación: el asesinato del remisero cordobés Martín Sebastián Palacios, quien lo había trasladado desde Entre Ríos hasta Córdoba.

Un plan macabro

Laurta fue detenido luego de permanecer varios días oculto en territorio entrerriano, tras haber cruzado clandestinamente desde Uruguay por la zona de Salto-Concordia. Durante ese tiempo habría contactado a Palacios a través de la aplicación Uber para que lo buscara y lo llevara a Córdoba.

El vehículo del remisero apareció incendiado en esa provincia, y días después se hallaron restos humanos que la Justicia presume corresponden a Palacios. El ministro de Seguridad de Entre Ríos, Néstor Roncaglia, ya había adelantado que en “un 99%” se trataba del chofer desaparecido.

La secuencia reconstruida por la policía describe un recorrido zigzagueante: Laurta evitó las rutas directas y cruzó por caminos alternativos antes de llegar a Córdoba, donde finalmente se produjo el doble femicidio.

El traslado y las primeras palabras

Las imágenes de su salida en silla de ruedas desde la Jefatura Departamental de Gualeguaychú y su posterior entrega a un grupo especial de Concordia dieron la vuelta al país. Allí, entre los gritos de vecinos que le reprochaban los asesinatos, Laurta pronunció con calma y énfasis: “Todo fue por justicia”.

Esa frase, de apenas cuatro palabras, fue interpretada como una justificación de los tres crímenes que hoy lo colocan en el centro de una de las causas policiales y judiciales más impactantes de los últimos años.

Lo que viene

Laurta permanece ahora bajo custodia en la Fiscalía de Concordia. Allí podría declarar —o bien hacer uso de su derecho a guardar silencio— en el marco de la investigación por la desaparición y muerte de Palacios. En paralelo, pesa sobre él la imputación por el doble femicidio ocurrido en Córdoba.

El caso ha generado conmoción social y un fuerte operativo judicial entre Córdoba y Entre Ríos. Para los investigadores, se trató de un plan premeditado y cuidadosamente ejecutado.

La sociedad, mientras tanto, asiste con estupor a las escalofriantes revelaciones de un crimen múltiple que no solo dejó a un niño sin madre y abuela, sino también a una familia cordobesa reclamando justicia por la muerte de un trabajador.