La Quebrada del Condorito en llamas y un monte nativo que agoniza
- Telediario Digital

- 14 oct
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La postal se repite en Córdoba: el fuego vuelve a arrasar uno de los pulmones verdes más emblemáticos de la provincia. El Parque Nacional Quebrada del Condorito lleva más de cinco días bajo el asedio de un incendio que ya consumió entre 4.300 y 4.500 hectáreas de monte nativo y obligó al cierre total del área protegida.
Más de 200 brigadistas y diez aeronaves combaten las llamas sin descanso en una zona de difícil acceso, marcada por quebradas y pendientes que complican la tarea. La situación es crítica: altas temperaturas y vientos persistentes amenazan con reactivar focos, mientras brigadas provinciales, nacionales y comunitarias se organizan en turnos para sostener la guardia de cenizas y frenar el avance.

Voces desde el frente del fuego
Facundo Montaña, integrante de la Brigada Comunitaria del Balcón de Punilla, describió la magnitud del desastre:
"Ya se quemaron 4.500 hectáreas de monte nativo, con hogares de cóndores, zorros, maitenes y muchas más especies que habitan este ecosistema. El 80% está contenido, pero seguimos trabajando en puntos calientes, sobre todo en las quebradas, donde es muy difícil llegar."
El brigadista destacó además el rol de la organización comunitaria: “Hace cinco años nos convocamos como vecinos autoconvocados para asistir a los incendios. Lo hacemos por el futuro, por lo poco que queda del monte para nuestros hijos. Nos sostenemos gracias a la ayuda de la comunidad, tanto en lo económico como en el apoyo moral”.

El trasfondo ambiental
El fuego golpea a una provincia donde apenas queda el 5% del monte nativo original. La situación se agrava por la falta de presupuesto y la reducción de personal en Parques Nacionales, lo que deja en evidencia las carencias estructurales en la prevención y manejo del fuego.
La Quebrada del Condorito ya había sufrido un incendio devastador en 2015, cuando se perdieron más de 11 mil hectáreas. Una década después, la historia vuelve a repetirse: biodiversidad perdida, hábitats destruidos y comunidades enteras movilizadas para defender lo poco que queda.

Un llamado colectivo
Mientras el humo cubre las sierras, las brigadas comunitarias insisten en la importancia de compartir información oficial y evitar la desinformación. También llaman a colaborar con aportes y mensajes de aliento que refuercen la resistencia en el frente de fuego.
"Nos movemos gracias a la comunidad. Una palabra de apoyo ya es energía para seguir poniéndole el cuerpo al fuego", concluyó Facundo, en este verdadero grito ambiental que clama por conciencia y acción urgente.



