La despedida que hizo llorar a toda la ciudad: Así fue la última caravana de Papá Noel tras 25 años

 Emoción, recuerdos y generaciones enteras acompañaron el último recorrido del papá noel más querido. después de 25 años, la caravana se despidió dejando una postal imborrable de unión y espíritu navideño.

La ciudad vivió una noche distinta. Risas, canciones, aplausos y lágrimas se mezclaron en el último recorrido de la tradicional caravana de Papá Noel, un evento que durante 25 años acompañó cada diciembre a miles de familias y que este año tuvo sabor a despedida.

Desde temprano, abuelos, madres, padres, niños y jóvenes se apostaron a lo largo del recorrido. Muchos llegaron con tiempo, otros se lo cruzaron por sorpresa mientras hacían compras. Pero todos coincidieron en lo mismo: la emoción de volver a sentirse chicos por un rato.

“Trato de dejar todo y verla como si fuera chica, porque me encanta”, dijo una vecina, conmovida.

Los más pequeños fueron protagonistas. Algunos lograron llevarse caramelos, otros apenas un saludo, pero todos vivieron el mismo ritual: pedir deseos, sonreír tímidamente y agitar la mano al paso de la caravana.

“Le pedí un auto con control remoto”, contó un nene, mientras otro resumió el momento con una frase simple: “muy lindo”.

Para los adultos, el significado fue más profundo.

“Es un momento para unirnos un poco más como sociedad”, expresó un padre que acompañaba a su hijo. Otros hablaron de recuerdos, de tradiciones que no se pierden y de la importancia de sostener estos gestos colectivos en tiempos difíciles. “Pedimos paz, eso es lo que necesitamos”, dijo una madre.

La caravana pasó por clínicas, hospitales y distintos puntos de la ciudad, y en cada parada dejó la misma postal: gente esperando, celulares en alto y aplausos sinceros. No fue solo un desfile, fue un encuentro intergeneracional que atravesó barrios y edades.

Con esta última vuelta, Papá Noel “colgó el traje”, pero dejó algo más fuerte que una despedida: una historia compartida durante 25 años, una costumbre que demostró que la ilusión no pasa de moda y que, al menos por una noche, puede unir a toda una ciudad.