Inició el Juicio por Solange Musse: “La familia espera una disculpa pública de los acusados”
- Telediario Digital
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En el inicio del juicio por el Caso Solange, el abogado querellante de la familia Musse, José David Nayi, señaló que lo mínimo que esperan de los dos imputados es un gesto de reconocimiento: “Al menos esperamos una disculpa pública de los acusados”.
La audiencia comenzó cinco años después de la muerte de Solange Musse, quien en agosto de 2020 no pudo reencontrarse con su padre, Pablo, debido a que autoridades del COE de Huinca Renancó le impidieron ingresar a Córdoba en medio de las restricciones sanitarias por la pandemia. La joven falleció días después sin poder despedirse de él.

Los acusados y la situación judicial
En el banquillo de los acusados están Eduardo Andrada, exdirector del Hospital de Huinca Renancó, y la trabajadora social Analía Morales. Ambos están imputados por abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Según explicó Nayi en diálogo con Telediario Mediodía, la actual calificación legal de la causa no prevé penas de cumplimiento efectivo, aunque el debate oral podría modificar esa situación:
“Se puede ir más allá e incluso llegar a una condena efectiva. Eso va a depender de lo que surja en el debate”, sostuvo el letrado.

Más responsables bajo la lupa
El abogado también reconoció que la familia Musse busca que se investigue la responsabilidad de autoridades provinciales y nacionales.
“Es intención de Pablo que otros funcionarios estén en el banquillo, pero eso corre por otra vía. Hay una investigación en curso en otra fiscalía que involucra a autoridades sanitarias provinciales y nacionales. La más conocida es la del expresidente Alberto Fernández, pero será la Justicia la que determine responsabilidades”, explicó.
Por otra parte, Nayi reflejó el sentimiento de Pablo Musse respecto al proceso: “Él confía más en el jurado popular que en el tribunal técnico. Siente que los ciudadanos comunes pueden comprender mejor lo que padeció y responder con mayor empatía”.
El caso Solange se convirtió en un símbolo de los excesos cometidos durante las restricciones sanitarias y sigue siendo un reclamo vigente por justicia y memoria.