El gobierno coloca bonos 2029 y reabre el debate por la deuda argentina

El Gobierno logró emitir nuevos bonos en dólares a 2029 y marca su regreso al mercado financiero internacional. Qué implica para el riesgo país, el dólar y el bolsillo cotidiano. La mirada de Juan Cruz Campero Cuello, asesor financiero.

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Argentina volvió a colocar deuda en dólares después de ocho años y el movimiento despertó interrogantes en todo el país. La nueva emisión de bonos a 2029 marca un retorno a los mercados financieros en un contexto donde el Gobierno busca oxígeno fiscal, bajar el riesgo país y dar señales de estabilidad.

Según explicó el asesor financiero Juan Cruz Campero Cuello, esto significa esencialmente que el Estado logró conseguir financiamiento renovando vencimientos futuros: "Es una forma de pagar una deuda tomando otra. No es una solución a largo plazo, pero gana tiempo", señaló en diálogo con Telediario Digital.

El Gobierno venía impulsando un sendero de reducción del riesgo país, que perforó los 650 puntos, y de mayor estabilidad cambiaria para volver a ser considerado sujeto de crédito.

El impacto no es menor para las economías provinciales y productivas del interior, que suelen enfrentar tasas más altas y restricciones más duras que los grandes centros financieros. Una baja del riesgo país implica crédito más barato para empresas que exportan, para pymes industriales que necesitan inversión en maquinaria, y para familias que buscan financiamiento en pesos. Como explicó Campero Cuello:

“Todas las tasas se mueven en simultáneo. Menos riesgo país implica menos costo para créditos productivos, prendarios e hipotecarios”.

En provincias donde la inversión privada se sostiene con esfuerzo, cada punto de tasa importa.

La estabilidad cambiaria también juega su parte. Un dólar más calmo reduce la presión sobre precios mayoristas, transporte y costos logísticos que afectan especialmente a regiones alejadas de los grandes puertos. Pero el retorno a los mercados también despierta la pregunta de fondo: ¿Argentina vuelve a endeudarse o vuelve al mundo? La diferencia es clave en un país donde la deuda ha sido, históricamente, tanto herramienta de desarrollo como fuente de crisis.

A futuro, el Gobierno aspira a abrir el mercado internacional y emitir en Nueva York. Campero Cuello cree posible un debut en junio, aunque la administración apuesta por enero: un objetivo ambicioso que dependerá del clima global y de la credibilidad que Argentina logre sostener.

Para las provincias, el desafío será que esta ventana de financiamiento no se concentre solo en el sector financiero porteño, sino que llegue a la economía real del interior productivo. La reacción política y económica en las próximas semanas marcará el tono del 2026.