El equipo de Delfino volvió a hacer historia: noche celeste y festejo masivo en la Plaza Roca
- Telediario Digital
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Celebración histórica en Río Cuarto
Con Iván Delfino al frente y el plantel levantando la copa del ascenso, miles de hinchas coparon la Plaza Roca para celebrar el regreso a Primera. Familias completas, banderas y una ciudad que no durmió.

Una foto para siempre: Delfino y su equipo levantaron la copa
El ascenso no solo coronó una campaña impecable: también consolidó la figura de Iván Delfino, el entrenador que le dio identidad, equilibrio y carácter a un equipo que supo competir como un verdadero candidato.
La imagen del DT sosteniendo la copa, rodeado de sus jugadores y con el celeste de fondo, se volvió rápidamente el símbolo de esta gesta. Un retrato que viajó en segundos por redes sociales y que ya forma parte del patrimonio emocional del hincha de Estudiantes.
Río Cuarto se transformó en una fiesta interminable
Apenas terminado el partido en Puerto Madryn, comenzó otro espectáculo a más de mil kilómetros: la ciudad se tiñó de celeste. La Plaza Roca se convirtió en el epicentro de un festejo multitudinario que se extendió hasta la noche y continúa con la misma intensidad.
Familias completas, niños con camisetas dos talles más grandes, jóvenes trepados a los mástiles, abuelos con lágrimas en los ojos y grupos de amigos cantando sin parar. Todos empujados por un sentimiento que atraviesa generaciones.
Una marea celeste que no se detiene
A medida que el sol cayó, las luces de los celulares reemplazaron a los bombos y se armó un ritual que mezcló emoción, orgullo y desahogo. No importó el frío, ni la hora: Río Cuarto sigue reunida en su plaza histórica, celebrando un ascenso que se soñó durante años.
La llegada del plantel se espera con ansiedad. Muchos hinchas anticipan una caravana espontánea desde el aeropuerto o desde la sede social para acompañar a los protagonistas de la hazaña.
El equipo que devolvió al club a la élite
El plantel de Delfino mostró personalidad, compromiso y una claridad táctica que lo sostuvo en los momentos más difíciles del reducido. Desde los jóvenes que irrumpieron con fuerza hasta los referentes que aportaron temple, Estudiantes construyó un bloque sólido y convencido.
Ese espíritu colectivo fue determinante. El ascenso no se explica por un solo nombre, sino por la unión entre el cuerpo técnico, los jugadores y una hinchada que nunca dejó de empujar.
Una ciudad que escribe su propia historia
Lo que se vive esta noche en Río Cuarto trasciende lo deportivo. Es identidad, pertenencia y orgullo regional. El regreso a Primera vuelve a poner al club y a la ciudad en el mapa nacional, con un mensaje claro: el interior también escribe su historia grande.
Y esta vez, la historia la escribió Estudiantes.El León rugió fuerte. Y todavía no deja de rugir.

