Detienen a 10 guardias de Bouwer por una violenta agresión a un interno trans
- Telediario Digital
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La jefa del Servicio Penitenciario llevó pruebas a la Justicia y el fiscal Mana ordenó diez detenciones. El ataque habría ocurrido el 23 de noviembre y quedó registrado por cámaras internas del penitenciario.

Una grave denuncia por violencia institucional sacude al Servicio Penitenciario de Córdoba. Diez guardias mujeres del Establecimiento Penitenciario N°3 (EP3) de Bouwer fueron detenidas luego de que un interno trans denunciara haber sido brutalmente golpeado dentro del pabellón femenino, donde permanece alojado por disposición judicial.
El caso salió a la luz cuando el interno presentó una queja formal ante la jefa del SPC, Carolina Funes. Frente a la gravedad del relato, Funes ordenó revisar las cámaras internas y, según fuentes oficiales, detectó material clave que motivó su inmediata presentación ante la Justicia. Esa intervención derivó en que el fiscal de Instrucción José Mana ordenara la captura de diez agentes penitenciarias imputadas por “severidades y apremios ilegales”.
El ataque habría ocurrido el domingo 23 de noviembre, un día de menor movimiento dentro del penal. La denuncia sostiene que al menos cuatro guardias lo abordaron al interno en una sala, donde estuvo esposado, y lo golpearon de manera coordinada. Otras seis habrían sido parte o testigo del episodio. Todo habría quedado registrado en las cámaras de videovigilancia, uno de los elementos más fuertes que analiza la fiscalía.
Las autoridades del Ministerio de Justicia reconocieron la gravedad del caso, aunque destacaron que fue el propio Servicio Penitenciario el que impulsó la denuncia judicial. El denunciante es un varón trans, que originalmente había ingresado como mujer a la cárcel, que permanece en el penal de mujeres por decisión judicial “debido a su condición y a criterios de resguardo”, según fuentes del Ministerio.
El martes pasado, apenas nueve días después del ataque, la Fiscalía recibió la presentación formal. Para las 16hs, la Policía ya había ejecutado las detenciones dentro del mismo complejo penitenciario. Las diez agentes quedaron alojadas en Bouwer y a disposición del fiscal Mana, quien no descarta ampliar o recalificar las imputaciones conforme avance la investigación.
El clima interno del penal se vio convulsionado tras la noticia, aunque las autoridades informaron que el orden está garantizado. El interno denunciante fue evaluado por medicina legal y se encuentra en buen estado de salud, según fuentes judiciales. La causa ahora avanza con declaraciones testimoniales, peritajes y el análisis completo de las grabaciones, que serán determinantes para establecer responsabilidades individuales.

