Cómo una familia convirtió un pequeño taller en una empresa modelo: 59 años de Carrocerías El Tero
- Telediario Digital
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La historia de Carrocerías El Tero es la de muchas familias del interior productivo argentino: esfuerzo, sacrificio y una apuesta constante al progreso. A días de cumplir 59 años, la firma se ha convertido en una empresa modelo dentro del transporte pesado, pero sus raíces se hunden en la vida sencilla de un matrimonio trabajador y tres hermanos que se animaron a soñar.
De un pequeño taller a una empresa modelo
Ricardo Vidal, actual referente de la firma, recordó en diálogo con Telediario que todo comenzó con su padre, sus tíos y un amigo:
“Mi viejo era juntador de maíz, mi vieja costurera. Se juntaron tres hermanos y un amigo, arrancaron entre cuatro. Hacen falta 5 días para cumplir 59 años. De ahí arranca todo, con mucho trabajo y valores claros: honestidad, esfuerzo y buena gente”.
De aquel taller inicial surgió una compañía que hoy emplea entre 110 y 120 trabajadores, con una amplia oferta de carrocerías, repuestos y servicios vinculados al transporte pesado.

El recorrido no estuvo exento de dificultades. “La Argentina es como tirarse a una pileta a surfear la ola más alta. El mérito más grande que tenemos es sabernos adaptar. El domingo tenés un país y el lunes otro”, reconoció Vidal. Esa capacidad de reinvención diaria es, para él, la clave de haber llegado hasta aquí.
La compañía mantiene un fuerte sello familiar: hermanas, cuñados, primos y sobrinos forman parte de la estructura, y comparten no solo el trabajo diario sino también la vida cotidiana.
“Tengo dos hermanas amigas, dos cuñados amigos, primos que son casi hermanos. Es loco lo que cuento, pero trabajamos juntos y vivimos casi juntos. La relación es muy linda”, expresó Ricardo.
El aniversario del 16 de septiembre encuentra a Carrocerías El Tero en plena etapa de expansión. Según Vidal, el desafío inmediato es invertir en nuevas naves y líneas de producción. “Viajo a China por algunos elementos que necesitamos. Puede ser un gran éxito o un riesgo, porque cuando hacés una inversión fuerte y te cambian las reglas de juego, es complicado. Ojalá tengamos políticas claras, por el bien de todos los argentinos”, advirtió.

Entre fierros y pasiones
Además de su rol en la empresa, Vidal lleva dos décadas compitiendo en el automovilismo regional. El fin de semana pasado sufrió un fuerte accidente en el TC 4000, aunque ya piensa en volver a la pista: “El auto quedó destruido, pero con mis amigos lo vamos a armar de nuevo. Esto también es pasión”.
Con casi seis décadas de trayectoria, Carrocerías El Tero refleja el espíritu de miles de pymes familiares argentinas: apostar por la producción nacional, sostener el empleo y transmitir valores de generación en generación.
“Para mí la empresa es como un tercer hijo. Mi sueño es su continuidad”, resume Vidal.