Cómo quedará el esquema de subsidios energéticos desde 2026 y por qué millones quedarían afuera
- Telediario Digital

- 28 nov
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El Gobierno redefinió el sistema de asistencia para electricidad y gas y desde 2026 se aplicará un modelo más restrictivo, con topes de consumo más bajos y criterios de ingresos más duros. Qué anticipa EPEC y por qué el interior será el más afectado.
El Gobierno nacional anunció un nuevo esquema de subsidios energéticos que inicia en enero, pero cuyo impacto real se sentirá en 2026, cuando la estructura tarifaria quede completamente reformulada. La segmentación dejará de existir como se conocía y los usuarios quedarán divididos en apenas dos grupos: con subsidio o sin subsidio.
Para millones de hogares —especialmente del interior del país— esto implicará pasar a pagar tarifa plena en un contexto de costos crecientes.
Alfredo Camponovo, vocero de EPEC, confirmó que el criterio central será el ingreso del grupo familiar, con un tope equivalente a tres canastas básicas (hoy, alrededor de $3,6 millones). Quienes queden por encima de ese monto pasarán automáticamente a la categoría sin subsidio. El Gobierno prevé que desde 2026 este piso se actualice con menor frecuencia, lo que podría dejar afuera a familias cuyo ingreso nominal suba, pero cuyo poder adquisitivo caiga frente a la inflación.

El otro cambio clave será el nuevo tope de consumo subsidiado, que desde 2026 quedará fijado como regla permanente: 300 kWh en invierno y verano, y apenas 150 kWh en otoño y primavera. Superado ese número, la tarifa será plena. En Córdoba —una provincia con climas extremos y con un uso intensivo de energía eléctrica— esto implica que una enorme porción del consumo doméstico quedará sin cobertura estatal.
Las proyecciones del área tarifaria de EPEC indican que, si un usuario hoy catalogado como N2 o N3 pierde el subsidio en 2026, el salto en su factura podría ubicarse entre $14.000 y $19.000 mensuales, tomando un consumo promedio de 200 kWh. Incluso quienes mantengan el beneficio verán incrementos de al menos $2.000 o más según la época del año y el uso.

Otro punto crítico es que el Gobierno todavía no comunicó si exigirá un nuevo reempadronamiento. De no hacerlo, las categorías se definirán con las declaraciones juradas realizadas en 2022, datos que —según advierten desde empresas provinciales— están desactualizados y pueden ubicar a miles de familias en niveles incorrectos.
El desafío hacia 2026 será doble: tarifas más altas, tope de consumo más restrictivo y criterios de ingresos difíciles de cumplir para amplios sectores de clase media del interior.
Mientras tanto, crece la incertidumbre sobre si habrá correcciones, reclamos o nuevas instancias de inscripción. Lo único seguro es que la Argentina avanza hacia un esquema de subsidios más acotado y concentrado, que modificará de lleno el bolsillo de millones de usuarios.




