Crisis hídrica: más de 2 millones de hectáreas inundadas en Buenos Aires y La Pampa
- Telediario Digital

- 15 sept
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Actualizado: 16 sept
CARBAP alertó que la producción está paralizada y que miles de familias rurales se encuentran aisladas, mientras crece la presión por medidas urgentes del Estado.
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) difundió un nuevo informe en el que advierte que las inundaciones ya afectan a más de dos millones de hectáreas en la región pampeana, con graves consecuencias productivas y sociales.
Según la entidad, la magnitud de la crisis supera los tres millones de hectáreas comprometidas si se consideran los campos que, aun sin estar bajo el agua, resultan intransitables por el barro, el deterioro de los caminos rurales o la imposibilidad de trabajar la tierra con maquinaria.

El reporte señala que las intensas lluvias de fines de agosto y comienzos de septiembre profundizaron una situación que ya era crítica en el centro bonaerense. Partidos como Bolívar, 25 de Mayo, Carlos Casares, 9 de Julio e Hipólito Yrigoyen figuran entre los más castigados. La expansión del anegamiento sobre la cuenca del río Salado generó pérdidas agrícolas cuantiosas, imposibilitó la comercialización de la producción y dejó a muchas familias completamente aisladas.
“Hay escuelas rurales a las que los niños no pueden llegar, ambulancias que no logran ingresar a los parajes y productores que quedaron sin acceso a insumos ni mercados”, advirtió la entidad en el comunicado.
El panorama, remarcaron, no sólo compromete la economía agropecuaria sino la vida misma de los pueblos rurales, que ven interrumpidos servicios esenciales y actividades cotidianas.

CARBAP reclamó la ejecución inmediata de obras hídricas largamente postergadas y la aplicación sin demoras de los mecanismos previstos en la Ley de Emergencia Agropecuaria, que incluyen la prórroga de impuestos en todos los niveles del Estado.
También pidió la apertura de líneas de financiamiento específicas a través del Banco Nación y el Banco Provincia, para que los productores puedan afrontar la emergencia y recuperar sus sistemas de producción.
La organización ruralista insistió en que el problema no es nuevo y que las consecuencias actuales son el resultado de años de falta de planificación y de inversión en infraestructura. “Estamos frente a un escenario de pérdidas productivas, aislamiento social y deterioro estructural que amenaza con dejar secuelas duraderas en la región”, concluyó el informe.




