Como se vive el partido desde ambas ciudades: fervor, esperanzas y alegría

El aurinegro vivió una fiesta impresionante en la previa de la final por el segundo ascenso, mientras que en Río Cuarto cientos de hinchas de Estudiantes se reunieron frente a una pantalla gigante, desafiando la lluvia y el frío para alentar al equipo.

La definición por el segundo ascenso dejó postales inolvidables tanto en Puerto Madryn como en Río Cuarto. En la previa del partido de vuelta, los hinchas del conjunto patagónico organizaron un recibimiento imponente para su equipo, con bengalas, cantos y un estadio vibrando desde mucho antes del pitazo inicial. El Aurinegro buscaba revertir el 2-0 sufrido en la Ida ante Estudiantes de Río Cuarto, y la gente lo hizo sentir desde las tribunas.

Del otro lado del país, Río Cuarto también vivió su propia fiesta, aun con un clima adverso. La sede social de Estudiantes instaló una pantalla gigante sobre avenida España, donde cientos de fanáticos se acercaron a seguir el partido en vivo, pese a la lluvia persistente y las bajas temperaturas. El aguante celeste convirtió el lugar en un punto de encuentro cargado de emoción, nervios y expectativa.

Durante toda la jornada, familias completas, grupos de amigos y socios del club colmaron el espacio, compartiendo banderas, cánticos y la ilusión de acompañar al equipo hasta el último minuto. El movimiento en las calles cercanas y el aliento constante reflejaron el fuerte vínculo que Estudiantes generó con la ciudad en esta campaña.

La final no solo se jugó dentro de la cancha: también se vivió en los barrios, en las sedes, en las calles y en cada hincha que, bajo el sol o bajo la lluvia, siguió de cerca una definición que quedará marcada en la memoria de dos ciudades separadas por miles de kilómetros, pero unidas por la pasión del ascenso.