Aumentos de dos dígitos en luz y gas desde Enero y fuerte impacto en los hogares medios
- Telediario Digital
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La decisión del Gobierno nacional de eliminar casi por completo los subsidios a la energía implicará aumentos de dos dígitos en luz y gas. El golpe será mayor en los hogares de ingresos medios y en las provincias.
El año arrancará con un fuerte ajuste en las boletas de luz y gas en todo el país. A partir del 1 de enero de 2026 entrará en vigencia un nuevo cuadro tarifario que trasladará a los usuarios el costo pleno de la energía, tras la decisión del gobierno de Javier Milei de avanzar con la eliminación de los subsidios.

La medida se enmarca en la negociación con el Fondo Monetario Internacional, que condiciona la política económica a la acumulación de reservas y al cumplimiento de los vencimientos de deuda. En ese contexto, las subas previstas superarán los dos dígitos y reflejarán el costo total del gas importado y de la energía mayorista.
Con el nuevo esquema, el 45% de los usuarios perderá completamente los subsidios y comenzará a pagar el 100% del costo. Se abandona el sistema progresivo que diferenciaba entre ingresos bajos, medios y altos, y se pasa a un modelo binario: hogares con subsidio y hogares sin subsidio. Los sectores medios quedan, así, en el centro del ajuste.

El impacto en las provincias será inmediato. En Córdoba, la empresa EPEC anunció una readecuación tarifaria: los usuarios N1 pasarán a pagar el 100% del costo; los N2 mantendrán subsidios, pero de manera decreciente; y los N3 —ingresos medios— perderán toda asistencia, con aumentos estimados entre $12.000 y $19.000.
En el caso del gas, el nuevo esquema unificará el precio durante todo el año y el Estado dejará de financiar importaciones en invierno. Esto implica que los meses de mayor consumo serán también los de mayor impacto en las facturas, una situación especialmente sensible para las provincias más frías y para las economías regionales.
El rediseño tarifario abre un nuevo frente de debate político y social. Mientras la Nación sostiene la necesidad del ajuste para ordenar las cuentas públicas, en el interior crecen las advertencias sobre el efecto regresivo de la medida y la presión adicional sobre los ingresos familiares y la actividad productiva local.

