¿Alivio real o gesto simbólico? Lo que cambia (y lo que no) con la baja de retenciones
- Telediario Digital
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El Gobierno anunció una baja de dos puntos para la soja, que pasa de tributar 26% a 24%, el nivel más bajo desde 2007. Productores celebran el gesto, pero advierten que el objetivo sigue siendo retenciones cero y que el impacto en las provincias dependerá de costos, distancia a puertos y precios internacionales.
El Gobierno nacional sorprendió este martes con un anuncio que no estaba en los planes del sector agropecuario: una nueva baja en las retenciones que reduce dos puntos la alícuota aplicada a la soja y ajusta también tributos sobre trigo, maíz, cebada, girasol y subproductos. Se trata del nivel más bajo en casi dos décadas, aunque para el interior productivo la medida se percibe más como una señal política que como un cambio estructural.
La soja pasa del 26% al 24%, los subproductos del 24,5% al 22,5%, el trigo y la cebada retroceden del 9,5% al 7,5%, mientras que el maíz y el sorgo bajan un punto.
“No teníamos ninguna señal de que hubiese una baja inmediata”, reconoció Heraldo Moyetta, presidente de la Sociedad Rural de Río Cuarto, en diálogo con Telediario. Aun así, valoró la medida: “Cualquier baja impositiva es positiva. Las retenciones deberían ser cero, pero esto genera confianza”.

Moyetta subrayó que la baja, aunque limitada, mejora la ecuación productiva en un contexto marcado por costos crecientes, altos fletes y precios internacionales en retroceso.
“No alcanza para dar vuelta la historia, pero ayuda muchísimo”, afirmó.
También destacó que la señal llega después de las elecciones, lo que para el sector constituye un gesto político menos oportunista.

Desde una perspectiva federal, el impacto es heterogéneo. Las provincias alejadas de los puertos —Córdoba, San Luis, Santiago del Estero, Chaco— seguirán afrontando mayores costos logísticos que diluyen el beneficio. En paralelo, las economías regionales reclaman un esquema más profundo que corrija asimetrías históricas en la presión fiscal y en la distribución de recursos.
“Cada punto que baja queda en las regiones y se reinvierte localmente”, enfatizó Moyetta, señalando el potencial multiplicador para empleo, servicios y actividad comercial en los pueblos del interior.

De cara al futuro, el sector espera que el Gobierno avance hacia retenciones cero, una promesa repetida durante años por distintas administraciones pero pocas veces materializada.
Moyetta fue claro: “Ojalá podamos decir pronto que no tenemos más retenciones. Es un impuesto que nunca debería haber existido”.
La incógnita ahora es si este recorte será el primero de una serie o solo un gesto transitorio en medio de un escenario fiscal todavía ajustado.

