A dos años de la condena, liberaron al "médico trucho" que atendió durante la pandemia
- Telediario Digital

- 6 oct
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Tras permanecer detenido desde febrero de 2021, fue excarcelado Ignacio Nicolás Martín, quien había sido condenado por ejercer ilegalmente la medicina durante la pandemia en Río Cuarto.

El joven, que ya había sido sentenciado a siete años de prisión por delitos como usurpación de título, ejercicio ilegal de la medicina, defraudación calificada continuada y falsedad ideológica, obtuvo su libertad luego de cumplir más de la cuarta parte de su pena bajo prisión preventiva.
Carta manuscrita al juez: el pedido que abrió la puerta
Antes de ser liberado, Martín habría presentado una solicitud de libertad condicional mediante una carta manuscrita dirigida al juez a cargo de su causa.

En la nota, enviada en mayo de este año, Martín solicitó que se apliquen los “descuentos” previstos en la ley de Ejecución Penal, con el objetivo de estar en condiciones de reclamar la libertad condicional. Según los informes penitenciarios, el condenado mantiene buena conducta, participa en actividades dentro de la cárcel y está inscripto en la carrera de abogacía.
Uno de los abogados querellantes en el marco de la causa, Mariano Sampayo, había advertido que
“El cálculo matemático puede ponerlo en condiciones de pedir la libertad condicional, pero no podemos perder de vista que hay otras causas pendientes y un recurso de casación en trámite. Todo esto debería ser tenido en cuenta por el juez”.
Un falso médico en tiempos de crisis sanitaria
Durante los primeros meses de la crisis del COVID-19, Martín se presentó como médico y trabajó en el COE de Río Cuarto, aún sin contar con título habilitante.

A lo largo de la instrucción judicial surgieron evidencias de que utilizaba documentación falsa y que había facturado servicios médicos bajo una razón social creada para el engaño.
También había sido imputado por la muerte de un paciente atendido por él en 2020, un caso que fue finalmente excluido del veredicto de culpabilidad tras determinar las pericias que el deceso fue provocado por un infarto ajeno a la medicación administrada.
Durante el juicio, Martín reconoció que no era médico y sostuvo que autoridades sanitarias lo habían asignado a tareas por el colapso del sistema durante la pandemia.
A pesar de ello, fue hallado culpable de los delitos imputados, aunque absuelto del cargo de homicidio simple




