En medio de la crisis económica, profundizada por la pandemia, muchas personas acudieron a las tarjetas de crédito para poder pagar gastos corrientes o sostener sus negocios. En este crítico contexto, las financieras no escatiman en cobrar intereses o renegociar planes de pagos más accesibles para los consumidores, al contrario, “las tarjetas cobran intereses usurarios”, nos expresa Ismael Rins, Defensor del Pueblo de Río Cuarto, y añade “los bancos son inmanejables, han hecho lo que han querido, la tasa del 43% que han puesto como límite es exorbitante”.
