A días de un nuevo juicio, el emotivo recuerdo de Nicolás Sabena: «Solo quiero decir feliz día, querido hermano, donde estés»

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A pocos días de que comience el juicio contra Nancy Salinas, la cabo policial que está acusada de favorecer y darle aviso a la familia Vargas Parra antes de los allanamientos previstos en la búsqueda de Nicolás Sabena, Federico, hermano del joven desaparecido en 2008, publicó un emotivo texto en las redes sociales. «Juro que voy a hacer todo lo posible porque todos los culpables paguen, para que ya no haya más un Nicolás Sabena», señala en el escrito, publicado en el día en el que celebra el Día del Hermano. El texto completo.

Durante todo el día estuve viendo en las redes sociales imágenes de conocidos o amigos escribiendo y subiendo fotos sobre el Día del Hermano. Cómo me gustaría haber podido hacer exactamente lo mismo. Lamentablemente hoy yo no cuento con mi hermano, me lo arrebataron.
Y qué casualidad, a tres días de su cumpleaños número 33. Lo recordé muchísimo estos días, mientras tenía exámenes o mientras trabajaba con mi mamá, quien estudió derecho y se recibió para pelear contra todo el poder podrido que se encontró en su camino.
Qué bronca que siento en estos momentos, porque a él le hubiese encantado esto de las redes. Creo que fue él quien me encaminó en esto de la tecnología, aunque lamentablemente no llegó a ver nada de esto, ¿por qué? Por la maldita gente que estuvo metida todo el tiempo en esto, quien hizo desaparecer a mi hermano, mi único hermano.
Hay 3 culpables en prisión por esto, un cuarto tuvo la suerte de dejar este mundo antes de ser juzgado, pero hay muchos más ahí afuera que hicieron esto posible, desde gente en el poder judicial, hasta gente en el poder de policía.
Y nuevamente una casualidad, en pocos días deberemos ir a juicio contra una de las culpables por la desaparición y muerte de Nico. La misma mujer en quien nosotros confiamos, lloramos en su hombro, rogamos con ella porque Nico esté bien, y esta macabra mujer solo hacía las cosas más difíciles ocultándonos información y brindándole a los malvivientes los recursos para destruir aún más nuestra familia.
Me quiero quedar con mi hermano, y no puedo evitar llorar en este momento, porque jamás deje de recordarlo. Ya no puedo subir fotos con él haciendo historias ni compartirnos cosas. Nunca pude hacerlo en realidad. Quizás muchos de ustedes pensarán que es una tontería, pero nunca pude comprobarlo.
Te amo y te extraño Nico, y juro que voy a hacer todo lo posible porque todos los culpables paguen, para que ya no haya más Nicolás Sabena, para que no tengan que existir más mujeres como Rosa Sabena, que tienen que luchar contra el dolor y el poder, para que puedan ser escuchados.
Solo quiero decir feliz día, querido hermano, donde estés.

Policías en el banquillo

El próximo 16 de marzo comenzará en los tribunales locales el juicio contra Nancy Salinas, la cabo policial que junto con Gustavo Oyarzábal -hoy preso por la investigación del narcolavado- integraba la cúpula de investigaciones de la Unidad Departamental Río Cuarto. A Salinas, Oyarzábal y el comisario Fernando Pereyra, Rosa Sabena los denunció por encubrimiento luego de descubrir que existían llamadas desde sus teléfonos hacia los de los integrantes de la familia Vargas Parra, hoy presos por el secuestro coactivo de Nicolás Sabena. 
El fiscal de Instrucción de Tercer Turno, Fernando Moine, le atribuyó a Nancy Salinas el delito de encubrimiento agravado y elevó a juicio la causa.
A Salinas, particularmente, se la acusa de haber mantenido un contacto telefónico con José Francisco «Pepe» Vargas Miserendino en la madrugada del 9 de diciembre de 2008.
Según el fiscal Moine y el juez de Control, esa llamada se concretó a la 1.43 entre el teléfono corporativo 35844329287 de Nancy Salinas y la línea particular 3584360720, que pertenecía a Vargas Parra, padre.
La llamada tuvo una breve duración, apenas 16 segundos, pero se produjo horas antes de un allanamiento policial a la quinta que los Vargas Parra tenían en Guardias Nacionales terminación, donde Nicolás pasó sus últimos días antes de que se perdiera todo contacto con él.

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