En uno de los episodios más violentos por el drama de la inseguridad en Río Cuarto, un hombre de 80 años fue asesinado por un delincuente que se llevó como único botín una garrafa. El cuerpo del anciano fue advertido en la tarde del jueves, maniatado, sobre la cama de la habitación.
«Siempre estas situaciones hablan de un contexto donde el tejido social, las relaciones se van quebrando e incluso los códigos que existen por ejemplo en los barrios», señaló el Párroco Raúl Frega.
En cuanto al hecho puntual del jueves, afirmó que existe una desproporción ya que «el robo por una garrafa, a un anciano de 80 años, y la trágica consecuencia de una muerte, habla de desesperación y que el contexto amerita una reflexión de pensar que detrás hay cosas mucho más profundas».
Y agregó: «Los hijos sentían impotencia porque este hombre no tenía grandes recursos, era un anciano y ver terminar sus días de esta manera es algo que nos conmueve a todos, y mucho más a ellos que son familiares».
El hecho
La víctima, identificada como Nelson Filipetta, vivía sola en la vivienda de Ecuador al 690, al cuidado de una mujer. Cuando la empleada llegó al lugar observó que nadie atendía al timbre y decidió avisar a un vecino. Posteriormente, llamaron a la Policía y cuando los efectivos ingresaron a la vivienda se encontraron con el cuerpo de la víctima maniatado.
Vecinos resaltaron que habrían observado a un joven huir con una garrafa, aunque hasta el momento no hay detenidos. La única cámara del sistema de seguridad pública fue instalada pero aún no funciona.
El comisario mayor Walter Huerta sostuvo que esperan los resultados de la autopsia para determinar los motivos de la muerte, aunque en principio, Filipetta podría haber sufrido asfixia.
Los vecinos señalaron que los hechos de inseguridad se multiplicaron en los últimos meses en el sector y pidieron por mayor presencia policial.