La familia Wheeler sigue sin saber dónde están sus nietitas: El lunes habrá una concentración en Plaza Olmos

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Desde Buenos Aires, la familia Wheeler tomó contacto con Telediario. Tomás, Gladys y Constanza manifestaron la enorme tristeza y preocupación por la situación que están atravesando. «Estamos trabajando con un equipo de abogados, ellos están haciendo las gestiones que tienen que hacer pero seguimos sin saber dónde están las niñas y sin poder contactarnos con ellas», comentó la abuela de las pequeñas.

«Nuestro temor es que el padre es miembro de la policía y esto estuvo organizado. Él vino a buscar las nenas sabiendo lo que iba a hacer. Nos dicen que ellas estarían asistiendo a un colegio pero no tienen el pase legalmente hecho. Después la restricción sin que nos conozca el Juez, es todo muy raro y terrible para las niñas», agregó.

Este lunes habrá una concentración en la Plaza Olmos a las 12 hs con una consigna clara: Río Cuarto espera a Jazmín y Ariana

«Sólo quiero tener a mis hijas conmigo. Hace un mes que no las veo y que el padre me cortó toda comunicación. Pasaron los cumpleaños de ambas y no pude verlas ni saludarlas. Me quedé con los preparativos de los cumpleaños y ellas no volvieron. No sé dónde están ni cómo están. No sé qué les estarán diciendo de mí y de mi familia. Jaz, Ari, las extraño y las estoy esperando para volver a casa, a la escuela, a hockey, a ballet. Bella y Chispita (las mascotas) también las extrañan», expresó Constanza.

Es un relato angustiante, lleno de impotencia. Constanza Wheeler tiene dos hijas que no ve y ni siquiera sabe algo de ellas desde el domingo 21 de julio. Fernando De la Cruz, oficial de la policía de la ciudad de Buenos Aires y padre de las niñas, se las llevó y cortó todo contacto con la familia. Le piden desesperadamente a la Justicia que tome medidas ya que De la Cruz tiene denuncias por violencia familiar.

“Les pido a las autoridades judiciales que por favor traigan a mis hijas pronto porque cada día que pasa se acentúa el daño emocional que les están haciendo al aislarlas y alejarlas de su entorno, vida cotidiana y de su familia. Desde el 21 de julio me cortaron todo tipo de comunicación con mis hijas», expresó Constanza a través de un mensaje que escribió en su celular ya que perdió el habla a causa de un ACV.

Se trata de una situación dramática. Jazmín y Ariana, de 10 y 7 años respectivamente, se encuentran en Buenos Aires secuestradas por su propio padre. Sin embargo, la Justicia no lo considera así. “Comenzamos la vía legal pero eso es lento y este hombre no es una persona muy confiable, tiene antecedentes de violencia familiar y nuestras nietitas están en sus manos. No podemos hacer nada. Es la Justicia la que debería apurarse un poquito y tratar de solucionar este problema. No hacemos esto para criticar a nadie. Estamos desesperados”, comentó Tomás Wheeler, abuelo de las niñas.

Además, señalaron que ellas tienen un celular pero no hay manera de comunicarse porque están muy controladas por el padre: “Estamos bloqueados en el whattsapp de las nenas. Siempre nos mandábamos un corazoncito, algún mensaje. Ahora no tenemos cómo ponernos en contacto con ellas”.

Un dato importante en el caso es el cargo de De la Cruz, quien pertenece a la policía metropolitana. “Él siempre dijo que tenía muchos vínculos con el poder y que cuando él quisiera se iba a quedar con las nenas. Teníamos firmado un convenio de visita que siempre intentamos respetar desde ambas partes pero esta vez él no lo respetó. Le propusimos viajar pero tampoco hay caso. No quiere que ninguno de la familia tome contacto”, añadieron en el living de Telediario.

Y sintetizaron: “Es como un secuestro pero la ley no lo considera así y por eso va todo tan lento. Le pedimos a la Justicia que entiendan que esas niñas están en peligro. Además hay otra intencionalidad: el padre dice que no ellas no quieren tener contacto con nosotros. Y cuando venían de Buenos Aires, a Constanza no le decían mamá, la llamaban por su nombre. Les lava el cerebro y él se siente impune por su forma de ser, por sus contactos”.

La familia argumenta que las autoridades judiciales pueden mandar a buscar las nenas y traerlas. Es por esto que le solicitan de manera desesperada al fiscal Miralles (“dijo que esto se resolvía en tres o cuatro días”) que tome cartas en el asunto. “No es nada en contra del fiscal, sólo queremos a nuestras nietas de nuevo”, subrayó su abuela, Gladys Morales.

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