El presidente Mauricio Macri inauguró hace pocos días un tramo nuevo de la autopista de la ruta nacional 7 en San Andrés de Giles, provincia de Buenos Aires. «Es una ruta que nos conecta con Chile, es muy importante para el turismo y para los que salen todas las mañanas para producir trigo, maíz, soja y ganadería», había dicho el mandatario durante el acto y agregó que «era muy dificil circular por este tramo, que se conocía como el cruce de la muerte».
Sin embargo, la situación es muy distinta en otros lugares del país que son atravesados por la misma ruta. Tal es el caso de Laboulaye, donde los vecinos se manifiestan continuamente hace cinco años para visibilizar su problemática y que de una vez por todas se lleve a cabo la construcción de una autovía segura y, en definitiva, no haya más muertes.
«Macri prometió incluir este tramo para hacer la autopista pero seguimos siendo los olvidados. Este reclamo no está en agenda nacional y tampoco en la provincial. Nuestros representantes no se han encargado de pedirlo», señaló Judit Trosman, quien encabeza el movimiento de vecinos autoconvocados en dicha localidad.