Desde la Federación de Expendedores anticipan que las naftas subirán al menos un peso por litro y un total de $ 0,75 el gasoil.
La cuestión del “desfasaje” en los precios de los combustibles líquidos en nuestro país persiste, con continuidad desde hace aproximadamente un año y medio, cuando el gobierno nacional resolvió la liberación de los precios.
Ahora, desde la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines anticipan que entre los últimos días de mayo y los primeros de junio, se producirá un nuevo aumento.
En este caso, el ajuste en el precio del impuesto a los combustibles marcaría el impacto de alrededor de un peso por cada litro de nafta, y cerca de $ 0,75 en el caso del gasoil. Las petroleras se alistan, una vez más, para modificar sus tableros.
Por su parte, el secretario general del gremio de playeros, Marcelo Espíndola, manifestó que a partir del 1 de junio, creen que «va a haber un fuerte aumento en el combustible» ya que «están actualizando el tema de los impuestos y las petroleras han quedado muy desfasadas con el precio del petróleo internacional y el dólar».
«Estamos muy preocupados. Ya es un panorama desolador. Nosotros vemos a la energía como un derecho humano, como un bien social que sirva para el desarrollo del pueblo», comentó Espíndola.
Sin embargo, afirmó que hoy «sigue siendo una mercancía con todas las letras». «La liberación del precio del combustible trajo aparejado que supuestamente el Gobierno se iba a desentender de las petroleras respecto al aumento. Ellos también tienen acciones en las petroleras y el Gobierno recauda con estos incrementos de impuestos. Son súmamente responsables de todo este atropello que le están haciendo al pueblo trabajador», afirmó.
En baja
El consumo en supermercados cayó 14,5% en marzo y en los shoppings o centros de compras bajó 16,6%, ambos en forma interanual, y alcanzaron nueve meses consecutivos de continua caída.
También cae fuertemente la venta en cantidades en los centros mayoristas, donde la contracción llegó al 16,0% en la medición interanual.
Según informó hoy el INDEC, la facturación de marzo en los supermercados, a precios corrientes incluyendo el impacto de la inflación de precios llega a $ 51.119,1 millones en supermercados y a los $ 72.017,9 millones en los centros de compras.
El informe de la Encuesta de Supermercados y Autoservicios, que difundió el organismo indica que el 36,4% de las ventas se realizan con tarjetas de créditos, por lo que los usuarios recurren a ese tipo de financiación para acceder a la compra de alimentos o vestimenta.
El 34,7% de las ventas se realizan en efectivo mientras que el 26,9% restante se efectúa a través de tarjetas de débito, según el informe oficial.
Durante marzo pasado según los grupos de artículos, las ventas más significativas se registraron en carnes 70,5%; artículos de limpieza y perfumería 45,4%; lácteos 42,7% y de almacén 40,2%.
Caída del consumo
Las ventas de electrodomésticos y artículos del hogar alcanzaron en el primer trimestre los $ 22.484,6 millones, lo cual significó una caída interanual del 0,2% respecto de igual período del 2018, y un virtual estancamiento de las ventas.
Según informó el INDEC, ese nivel de facturación representó una baja del 12,6%, si se comparan las ventas con el último trimestre del año pasado.
En enero, las ventas cayeron 3,1%, y subieron en febrero 1,6% y mejoraron en marzo 1,5%, todos en forma interanual.
Del total de ventas a precios corrientes, en el primer trimestre $ 3.776,9 millones correspondieron a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires» y muestran un aumento de 6% respecto del mismo período del año anterior.