Kika fue ultimada de un balazo por parte de un vecino que atacó al animal por haberle quitado un pedazo de carne de la parrilla.
Por orden judicial, le efectuarán un embargo que asciende a los 300 mil pesos, un caso sin precedentes en la juridisprudencia, según informó el abogado de la familia, Iván Mochkofsky.
Al respecto, Ivana Mansilla, dueña de la mascota, señaló en declaraciones a la prensa que su hijo de 10 años se encontraba jugando al fútbol con los amigos en la calle cuando el vecino salió enfurecido acusando a la mascota llamada Kika de haberle comido la carne.
Luego de cruzar unas palabras con los niños, habría asesinado al animal. Asimismo, la mujer denunció que el hombre amenazó a su hijo para que “le pague el asado o limpie la sangre”.
Fuente: La Nueva Mañana