Es una malformación de la piel que sufren 4 de cada 1000 bebés en la Argentina.
Esta afección vascular capilar está presente desde el nacimiento y, salvo que se la trate, persistirá de por vida.
Es una rara anomalía congénita que se presenta como manchas rojas vinosas, que no desaparecen con la edad, y que se pueden volverse peligrosas, ya que, en muchas ocasiones, forman parte de otros síndromes complejos con afectación neurológica u ortopédica.
La mayoría de los tratamientos en el país no son ni específicos ni gratuitos. Pediatras coinciden en que es muy importante comenzar el tratamiento a temprana edad, ya que los resultados son mejores, y se evitan complicaciones. Psicólogos señalan que es recomendable tratar la afección cuando se presenta en el rostro para evitar el impacto en la vida social de los pacientes.
Fuente Hospital Posadas