Familiares de Gisela Guzmán, la joven de 20 años que brutalmente golpeada a la salida de un boliche en la avenida Jaime Gil, volvieron a reclamar por Justicia frente a los edificios de Tribunales y la Policía.
La madre y la pareja de Gisela se reunieron esta mañana con el fiscal de Instrucción Fernando Moine para solicitarle que el único imputado permanezca detenido y se agrave su situación procesal. El próximo lunes pedirán ser querellantes en la causa.
La Policía intenta hallar a los cómplices de la brutal agresión y el municipio resolvió clausurar definitivamente el boliche Vikonga, donde se produjo el ataque.
El hecho
En diálogo con Telediario, señalaron que el hecho ocurrió el pasado sábado 13 de febrero, cuando Gisela se encontraba junto a su hermana y un grupo de amigos en el local nocturno.
A la salida del boliche, Gisela fue golpeada en el cráneo con cadenas y candados, lo que le produjo un grave traumatismo de cráneo y se encuentra en Terapia Intensiva de un centro asistencial privado.
«Un chico vino a sacarme a bailar y mi marido le dijo que yo era casada. Se saludaron y listo. Al rato vino un amigo de este chico y nos amenazó. La gente de seguridad los sacó y nunca pensamos que nos iban a esperar afuera», señaló la hermana de la joven herida.
Precisó que al abandonar el local, los agresores comenzaron a golpear con cadenas y candados a la joven, su novio y otras personas que estaban acompañándolos. «A mi hermana le pegaron en la cabeza y sufrió un traumatismo de cráneo. Además, se le generó un coágulo y tiene lesión cerebral», precisó la testigo del brutal episodio.
Poco después de las 21 del jueves, familiares y allegados de Gisela se concentraron en Tribunales y desde allí se trasladaron a la sede policial. Exigen que el único detenido por la gresca no sea liberado y se agrave la imputación de lesiones leves a intento de homicidio.