Denuncian brutal represión de Gendarmería a murga de niños

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Agentes de la Gendarmería reprimieron el viernes a la noche a casi un centenar de chicos que estaban ensayando en las calles del barrio Illia de la villa 1-11-14 del Bajo Flores. En total, hubo 16 heridos, dos de ellos quedaron internados.

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Capital Federal – El director de una murga porteña denunció que agentes de la Gendarmería reprimieron el viernes a la noche a casi un centenar de chicos que estaban ensayando en las calles del barrio Illia de la villa 1-11-14 del Bajo Flores. En total, hubo 16 heridos, dos de ellos quedaron internados.
Según Gustavo «Marola» González, director de la Murga Los Auténticos Reyes del Ritmo y quien relató lo sucedido en una extensa carta, todo sucedió el viernes, pasadas a las 21, cuando los atacaron «con balas de goma y de plomo». También había agentes de la Federal.
González detalló que estaban ensayando sobre la calle Bonorino cuando vieron que por la calle Charrúa se acercaba un patrullero de Gendarmería. «Les pedimos por favor que esperara un ratito y, luego, si podía salir hacia atrás, porque no se podía pasar por ahí, ya que había muchos chicos y chicas bailando. Pero no alcanzó con decirles por favor. Avanzaron, sin importarles que hubiera menores. Y así fue como lastimaron a los dos primeros nenes, rozándolos con el coche, mientras pasaban de prepo por el medio», describió.
El director de la murga explicó en el texto publicado por el portal La Garganta Poderosa que les pidió a todos que le abrieran paso al patrullero y al camión que lo seguía y que detrás de los vehículos «apareció un gendarme, conocido en el barrio como ‘El Polaco'» que los increpó y lo empujó: «Y sin esperar que cayera al piso, empezó a tirar con su escopeta».
También recibió un disparo su hijo, Jonathan. «Le dieron en la pierna, apenas arriba del tobillo, arrancándole la carne con una bala de plomo». González dijo que a él le tiraron con balas de goma y que, cuando se quiso mover para cubrirse, había más gendarmes que comenzaron a reprimir. «Tirándoles a todos como si estuvieran locos, sin importarles que hubiera chicos por doquier. Fue un desastre, un desastre total. Tiraron a mansalva», escribió.
Las denuncias y testimonios tomadas por integrantes de Atajo y de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) fueron coincidentes. Unas 90 personas, entre las que había una buena cantidad de chicos, se había reunido el viernes pasado, alrededor de las seis de la tarde, sobre la calle Esteban Bonorino y pasaje Charrúa, dentro mismo de la villa, para desarrollar su práctica murguera. Según los testimonios, no es costumbre poner a los chicos en primera línea en las prácticas, pero el viernes la decisión fue probar con los bajitos adelante.

Fuente: Clarín y Página 12

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