El secuestro virtual es un engaño mediante el cual el delincuente obtiene dinero o bienes de su víctima a partir de hacerle creer que tiene a un familiar secuestrado.
En la mayoría de los casos, los delincuentes se hacen pasar por médicos ó policías e indican que llaman para avisar, que un familiar se ha accidentado. Luego, cuando la víctima ya está en la conversación, comienzan las maniobras del supuesto secuestro.
Suelen llamar durante el fin de semana suponiendo que los más chicos de la casa han salido. Preferentemente durante la madrugada, cuando las personas están durmiendo y no cuentan con toda su lucidez.
Piden a la víctima que no corte el teléfono ni llame a la policía hasta tanto no depositen el dinero solicitado en el lugar indicado.
La mayoría de los secuestros virtuales se desarrollan bajo modalidades parecidas, por lo que la policía federal recomienda:
1- Cortar el llamado apenas le indiquen que le hablan de la policía o el Hospital. Si algo le ha sucedido a un familiar suyo buscarán otra manera de hacerselo saber.
2- No de información, no brinde datos. Los delincuentes buscarán saber nombre y conocer sus posesiones. Seguramente solo tienen su número de teléfono y su dirección, porque es lo único que han conseguido en la guía de teléfono.
3-Contacte al supuesto secuestrado y a su núcleo familiar. Cuando tenga la certeza de que los suyos están bien, no podrán engañarlo.
4- Haga la denuncia. Incluso si ya ha caído en la trampa y ha pagado el supuesto rescate.
5- Infórmese. Los secuestros virtuales responden en su mayorìa a modalidades idénticas. Además, los secuestros reales son mucho más complejos y los delincentes se toman un tiempo más prolongado para acordar el monto y modalidad de pago.