Un mendigo murió tras recibir varios disparos de un delincuente. Con su gesto heroico liberó a una mujer que era tomada como rehén. Tanto el «sin hogar» como el ladrón murieron durante el tiroteo en las escaleras de la Catedral de Sé, la principal de San Pablo.
El secuestrador, identificado como Luiz Antonio da Silva, de 49 años y con antecedentes criminales, fue abatido por policías cuando había tomado como rehén a una mujer, a la que sacó del interior del templo y la condujo hasta las escaleras exteriores de la catedral, también conocida como el punto «cero» de la ciudad.
Antes de la intervención policial, un mendigo identificado como Francisco Erasmo Rodrigues de Lima, de 61 años, fue tiroteado por da Silva cuando intentó ayudar a la mujer.
La Policía Militar de San Pablo, no obstante, señaló que inició las investigaciones para determinar si la bala que mató a Rodrigues Lima partió del secuestrador o de algunos de los agentes.