Las gestiones fueron llevadas adelante por el rector de la Universidad Nacional de Córdoba, Francisco Tamarit. Las familias argentinas pudieron atravesar los piquetes acompañados por representantes de la Iglesia y la Universidad de Potosí.
Los argentinos que estaban en Potosí, entre ellos cuatro familias cordobesas, lograron abandonar esta tarde la ciudad boliviana después de casi una semana varados por un fuerte conflicto social en esa localidad ubicada en el sudoeste del país vecino.
Gustavo Calles, uno de los cordobeses que estuvo varado, informó que lograron salir luego de varias negociaciones con piquetes que cortaban uno de los accesos a la “villa imperial”.
“Fueron negociaciones con tres piquetes. Había varia gente del lugar que nos estaba haciendo el aguante. El arzobispo y representantes de la universidad. Entiendo que hubo un llamado del rector de la Universidad Nacional de Córdoba (Francisco Tamarit) con la universidad de aquí”, dijo el cordobés en declaraciones a Radio Universidad.
La caravana optó salir por la ruta que une Potosí con Uyuni, la menos bloqueada según explican los medios bolivianos. “Estamos contentos y con Los Caligaris a fondo. Creo que salimos todos los argentinos que estábamos y un colectivo con franceses. Mañana estaremos llegando a Córdoba”, dijo Calles.
Gestiones
El cónsul argentino en Villazón, Juan Andrés Taccetti, confirmó que los argentinos lograron cruzar el último bloqueo que había en el camino a Uyuni. «Cada uno pudo salir con su propia movilidad, logramos negociar con los manifestantes a través de la Defensoría del Pueblo y la Iglesia, y algunos integrantes de la Universidad Tomás Frías (de Potosí) pudimos cruzar todos los bloqueos sin problemas», indicó.
Sandra Rinaldi, otra de las cordobesas, indicó a La Voz que la salida fue fruto de una gestión del rector de la Universidad Nacional de Córdoba, Francisco Tamarit, con el rector de la universidad boliviana. «Pudimos llegar al rector (de la Universidad Tomás Frías) gracias a la gestión de Francisco Tamarit», señaló.
También habría intervenido un sacerdote católico, que integra el Comité Cívico Potosino (Comcipo) que está al frente de la protesta.
El miércoles pasado, tras un acuerdo con miembros de Comcipo, los argentinos intentaron salir de la ciudad. Atravesaron unos siete piquetes pero al llegar al octavo no pudieron seguir avanzando. El intento fallido provocó angustia e incertidumbre entre los turistas.
Ayer, hubo una importante movilización en la ciudad. El cónsul de Villazón, Juan Andrés Tachetti, pudo llegar a Potosí y se reunió con los argentinos. Hasta anoche, la única perspectiva que se avizoraba era que la Comcipo fuera recibida por el presidente Evo Morales.
Finalmente, este viernes los turistas consiguieron salir de la ciudad.
El conflicto
El paro general indefinido en Potosí comenzó el lunes 6 de este mes. La protesta no es sólo de los mineros. Casi la totalidad de instituciones de esa ciudad y del departamento homónimo está movilizada. De allí, la efectividad de los bloqueos que paralizan a toda la zona ubicada al sudoeste de Bolivia.
El Comité Cívico Potosinista (Comcipo) es quien encabeza la protesta. Se trata de un grupo de presión que aglutina a una amplia variedad de instituciones obreras, universitarias, profesionales, gremiales y vecinales.
El Comcipo reclama varias cosas, desde la construcción de rutas, hospitales, puentes, represas y fábricas, hasta la preservación del Cerro Rico de Potosí. Son 26 puntos que se peticionan al gobierno de Morales, muchos de los cuales ya habían exigido en 2010, cuando hubo un conflicto social similar. La única salida al conflicto es que Morales se reúna con dirigentes de Potosí.