Había sido condenado por abusos en los 90 y ahora lo juzgan por otras 7 violaciones

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Capital Federal – El martes se conocerá el veredicto del juicio al ex convicto que admitió haber violado a siete mujeres
La audiencia será el martes a las 12, en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4, ubicado en calles Tucumán y Brown, donde se juzga a Claudio «Pepino» Napolitano (45), quien ya fue condenado en los ’90 por otra serie de abusos sexuales.
El veredicto en el juicio que se le sigue a un ex convicto que admitió haber violado a siete mujeres entre 2009 y 2013 en Mar del Plata se conocerá este martes en los tribunales de esa ciudad bonaerense, informaron fuentes judiciales.
Lucas Tornini, abogado defensor, explicó a Télam que el imputado pidió no estar presente pasado mañana al momento de la lectura del veredicto, lo cual fue aceptado por el tribunal, integrado por los jueces Alfredo De Leonardis, Gustavo Frissore y Jorge Peralta.
Según las fuentes, Napolitano podría ser condenado a 50 años de prisión, tal como lo solicitó la semana pasada en su alegato la fiscal de juicio María Isabel Sánchez.
El acusado llegó al debate alojado en la Unidad Penal 15 de Batán y procesado por siete casos de «robo agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no fue probada en concurso real con abuso sexual agravado con acceso carnal» y uno de «abuso de armas y lesiones».
Por su parte, el defensor Tornini pidió la inconstitucionalidad del pedido de pena de la Fiscalía por considerarla excesiva y solicitó que el monto de la condena quede a criterio del tribunal.
Tras los alegatos de las partes, Napolitano pronunció sus «últimas palabras» aunque, por pedido suyo, lo hizo en una sala contigua al recinto en el que se celebró el debate.
«La culpa de todo esto es mía, no supe cómo vivir; les pediría perdón a las chicas (por las víctimas) pero no me da la cara, tengo vergüenza (…). No sé cómo mirar a la gente, a las chicas que lastimé», señaló el acusado en su declaración, la cual fue leída por los jueces del tribunal.
Napolitano dijo «estar avergonzado y arrepentido» de los hechos cometidos y agregó: «Tengo un hijo y lo único que quiero es que todo esto termine».
Luego de las «últimas palabras», el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta este martes, cuando dará a conocer su veredicto.
El juicio comenzó el 7 de julio pasado y en esa primera audiencia el defensor Tornini adelantó que no iba a cuestionar la autoría de los siete casos de abuso sexual y robo invetigados sino el monto de la pena y la acusación por «abuso se armas y lesiones».
Mientras que la fiscal Sánchez pidió que no se dieran a conocer los nombres de las mujeres violadas y que los periodistas no estuviesen presentes en la sala de audiencias durante sus declaraciones, las cuales terminaron de recibirse el martes de la semana pasada.
En tanto, las víctimas estuvieron acompañadas por la ONG «En Red», cuya presidenta, Patricia Gordon, desde un comienzo afirmó que el acusado es «un violador serial» al que le corresponden «al menos cincuenta años de condena».
A través de las redes sociales, la ONG convoca para este martes «a todas las organizaciones, movimientos, colectivos, instituciones y público en general para acompañar a las mujeres y sus familias» en la lectura del veredicto y pidió al tribunal que aplique una condena «ejemplar».
Durante las audiencias del juicio, en la puerta de los tribunales marplatenses se observaron distintas carteles y pancartas elaborados por esta organización que reclamaban «perpetua a Napolitano» y «Justicia para las víctimas de abuso».
Napolitano fue condenado en 1996 a 22 años por siete violaciones cometidas en Mar del Plata y salió de la cárcel en 2003 por el beneficio del sistema 2×1.
El 10 de mayo de 2013 «Pepino» volvió a ser detenido cuando la Policía lo buscaba por un abuso sexual cometido en diciembre de 2012, pero luego se cotejó su ADN con el de otros seis hechos ocurridos desde 2009 en los barrios marplatenses El Progreso y El Martillo y los resultados fueron positivos.
Para los investigadores, el agresor actuó en todos los casos con el mismo «modus operandi»: sorprendió a sus víctimas cuando caminaban por la calle o bajaban del colectivo, las amenazó con un arma de fuego, les robó dinero y su teléfono celular y las obligó a dirigirse a un descampado, donde las violó.

Fuente: Telam

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