Estacionar el auto en una zona exclusiva para discapacitados puede costarte más de lo imaginado. En Brasil un hombre aprendió una valiosa lección por no respetar a los demás y lo pagó caro. No sólo por la multa si no por lo que sufrió su auto.
El curioso episodio ocurrió en la ciudad brasileña de Maringá -ubicada en el Estado de Paraná– donde un hombre había estacionado sobre una señal que indicaba que se trataba de un lugar reservado para personas con discapacidad. Sin hacer caso del aviso y de dos carteles, el conductor dejó su auto y se fue.
Pero cuando volvió se llevó una gran sorpresa: le habían “tapizado” el vehículo con miles de pequeños papeles celestes en los que se distinguía la señal de “área reservada para discapacitados”. Había sido blanco de una broma del Canal Boom, un programa brasileño especializado en chanzas.