Los saqueos que conmovieron a la ciudad tras el acuartelamiento policial dejaron huellas imborrables en los comerciantes que fueron víctimas del accionar delictivo. Desde el SEP señalaron que «no se negocia con una 9mm»
Los saqueos que conmovieron a la ciudad tras el acuartelamiento policial de diciembre de 2013, dejaron huellas imborrables en los comerciantes que fueron víctimas del accionar delictivo.
Los jefes de la Policía en Río Cuarto y Córdoba ya no están en el cargo y decenas de efectivos fueron enviados a retiro e imputados por la Justicia.
Matías Almagro es propietario de un local en calle Sobremonte, uno de los comercios saqueados en la madrugada del 4 de diciembre. En diálogo con Telediario manifestó que los ataques delictivos «fueron unos minutos y terminó con todo roto, con ropa tirada ó robada».
«Estaba con unos amigos y los veíamos pasar caminando ó en auto. Era una zona liberada», recordó.
Para Matías, «lo más importante es que se perdió la confianza con la Policía»
«Ya no puedo volver a confiar porque no sabés cuando te van a soltar la mano. Ellos tienen que estar en forma permanente. Estoy de acuerdo que pidan un aumento salarial pero no pueden hacer abandono de cargo. Esperemos que no vuelva a suceder», realtó.
Añadió que «para los comercios chicos, que pase esta situación es volver a empezar»
«Colaboraba con la cuota de la Policía y dejé de hacerlo, no puedo confiar nunca más», destacó.
«Con una 9mm»
El secretario general del SEP, Juan Paglialunga, quien respaldó inicialmente el reclamo policial lamentó «las consecuencias posteriores».
«Este diciembre es distinto porque los actores han entendido que a punta de pistola no se pide un aumento salarial. El SEP fue el primero en tenderle la mano a los compañeros policías y sus familias. Se los acompañó pero nada indicaba un desborde como el que se produjo. No se puede conseguir con una 9mm un aumento salarial», enfatizó.
Paglialunga dijo que no se arrepiente de haber acompañado el reclamo policial «porque lo importante era la causa»