Están acusados de severidades y vejaciones agravadas tras la denuncia de Eber Lescano. El joven acusado de apuñalar a dos personas en el boliche sostuvo que fue violentamente golpeado en la sede policial.
Cuatro policías de la Unidad Departamental fueron imputados de severidades y vejaciones agravadas tras la denuncia de Eber Lescano, el joven acusado de apuñalar a dos personas en el Club Ciudad, quien sostuvo que fue violentamente golpeado en la sede policial.
Tras una rueda de reconocimiento, el fiscal decidió imputar al oficial principal Franco Avila y los cabos Angel Martoccio, Lucas Rodríguez y Santiago Andino.
El doctor Enrique Zabala, abogado de Lescano, dijo que el joven «identificó a los policías que estaban en la guardia, lo sacaron al patio para golpearlo y picanearlo»
«Cuando Lescano llegó a la Cárcel tenía tapones de sangre y no lo reciben. Lo llevaron al Hospital y advierten típicas lesiones de abusos policiales, del cuello hacia abajo», resaltó.
Zabala manifestó que «el médico policial, en lugar de revisarlo al ingreso lo hizo al final para ocultar lo que ocurrió en el patio policial ante testigos».
«Mi defendido señaló que le decían: ´no sabés donde te metiste´. Esto indica que hubo una orden de alguien con suficiente poder para darle una lección», aseguró.
El abogado expresó que «todo ocurrió 48 horas después de haber sido detenido».
Sobre la posición del fiscal Julio Rivero, quien desestimó que haya pruebas sobre un presunto abuso sexual, Zabala aseguró que vio al funcionario judicial «darse vuelta».
«Fue el fiscal quien mandó a buscar con un patrullero a la ex novia de mi cliente y la hace cobrar. Ella confiesa que Lescano tenía razón. Luego, el fiscal manda a buscar a la madre quien cuenta lo mismo que dice la hija. La dirección del fiscal era que había sustento a lo que mi cliente vio. Sin embargo, de repente, se da vuelta y toma partido hacia la incredulidad de la versión de Lescano. ¿Qué va a pasar después si la pericia psiquiátrica revela que se conmocionó por un hecho de abuso?», se preguntó.