El termómetro marcó -12,8°C durante la madrugada; el frío se prolongó durante la mañana y las intensas heladas congelaron las cañerías en algunos domicilios
Durante la madrugada, la temperatura en esta ciudad alcanzó los -12,8°C, en tanto la sensación térmica alcanzó los -18°C, según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El bajo registro de temperatura se prolongó durante la mañana y las intensas heladas congelaron las cañerías en algunos domicilios, algo esperado en estas latitudes con estas temperaturas. Las normativas locales exigen que las tomas de aguas domiciliarias deben estar enterradas a más de 60 centímetros para protegerlas de las bajas temperaturas.
Si bien desde ayer El Calafate encabeza el ranking del Servicio Meteorológico Nacional como la ciudad mas fría del país, incluso con registros más bajos que algunas bases antárticas, al mediodía el sol apareció con fuerza, mejoró el panorama y convirtió a la ciudad nevada en una bellísima postal austral.
Las bajas temperaturas, según el informe del SMN, son resultado de una masa de aire muy frío que ha generado bajas temperaturas y que en algunos casos, como aquí, alcanzaron valores extremos por debajo de los diez grados bajo cero.
Es el primer frío intenso que se siente en la ciudad desde que empezó el invierno, que hasta ahora tuvo temperaturas benignas y retrasó el inicio de los deportes de invierno.
Al aire libre. La nevada registrada hace una semana permitió la apertura de los dos parques de nieve de la localidad, en La Hoya del Chingue y el Calafate Mountain Park, ubicados a 10 kilómetros de la ciudad.
Hace varios días que los lugareños y algunos turistas aventureros se arriesgan a patinar sobre hielo en la Bahía Redonda, un enorme espejo de agua ubicado entre la costanera de El Calafate y el Lago Argentino, que cada invierno se congela y la convierte en la pista de hielo natural más grande de América latina.
A pocos pasos de la Bahía Redonda, en la sede del Club Andino, se alquilan patines de hielo a $40 el par y también ofrecen trineos adaptados para el hielo para los más chiquitos. Algunos se animan a caminar sin patines sobre el hielo o bien a armar sus propios medios de patinaje con cubiertas y trineos caseros que permiten deslizarse por los desniveles que presentan la orografía de la ciudad.
Si bien no es temporada alta, la mitad de la capacidad hotelera de la ciudad se mantiene abierta, al igual que restaurantes, bares y casas de souvenirs, a la espera de turistas regionales y algunos del resto del país y del mundo que se animan a tener una experiencia distinta en un Calafate con nieve.