Los afiches están pegados sobre los laterales de una cabina de teléfono- anacrónico recordatorio urbano de la remota época pre-celulares-y en una zona estratégica: frente al Museo Caraffa y la Plaza España, en el principal acceso al Parque Sarmiento y en pleno corazón de la denominada Media Legua de Oro.
No hay uno de los cientos de peatones que atraviesan el concurrido sector de Nueva Córdoba, que no se aparte algunos metros de su recorrido para acercarse a leer con más detalle.
Es que la propuesta resulta desafiante en tiempos de la Ley Anti-Trata y sorprendente en cualquier época, pero los que se atreven a encarar el afiche y acortar la distancia entre la fantasía y la letra chica, se topan con que la oferta no tiene nada que ver con la sugerencia inicial.
Los que leen el cartel celebran con una sonrisa la picardía de algún publicista que con una simple alternancia de letra «tipo catástrofe» y «chica» consigue que cientos de personas que, de otro modo ignorarían un pequeño afiche de los que empapelan la ciudad, se detengan a leer su modestísima oferta.