Caso Olga Meckler

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Pornografía infantil y maltratos en la comisaría de Elena. Meckler, que había denunciado a un jefe policial de Gigena por abuso sexual, enfrentó otro contexto aberrante en la comisaría de Elena, el pueblo que anunciaba haber alcanzado «la inseguridad cero»

pedraza declara

Olga Meckler había llegado a la comisaría de Elena tras ser víctima de abuso sexual por parte del «sheriff» Adelqui Benegas, el jefe de la sede policial de Alcira Gigena, condenado por la Justicia.
Sin embargo, su nuevo espacio laboral escondía una trama de maltratos, pornografía infantil y sospechosas salidas nocturnas que se revelan en el juicio oral por la muerte de la agente policial.
Meckler sufrió un impacto de bala en la nuca cuando se encontraba en un móvil policial estacionado en el patio de la Comisaría, y el autor del disparo fue Gustavo Baranovsky, quien podría enfrentar una pena de reclusión perpetua.
En el proceso oral, testigos admitieron que el comisario Exequiel Pedraza y su subordinado Baranovsky tenían salida en boliches bailables de la zona que hasta generaban el reproche de la pareja del acusado por homicidio.
Además, en las computadoras que utilizaba Pedraza y otros agentes de la Policía se hallaron numerosas imágenes de pornografía infantil.
“Decidimos abrir los discos de las cumputadoras y para no demorar las pericias, pedimos observar, al menos, los últimos dos meses para ver si existía algún problema entre Baranovsky y esta chica. Pero, lo que vimos fue imágenes de pornografía infantil. ¿Ustedes tenían algún caso de pornografía infantil en Elena? Tenían delincuencia cero, imagino que no. Meckler se quejaba ante el esposo y le decía: mirá estos asquerosos lo que están mirando”, relató la jueza Nora Sucaría ante la mirada nerviosa de Pedraza.

Severo interrogatorio

El ex titular de la comisaría enfrentó un severo interrogatorio del Tribunal y la fiscal Edith Imberti, quienes intentaron profundizar en la trama oculta que antecedió al disparo fatal en el móvil policial.
El policía Gustavo Baranovsky, imputado de homicidio por efectuar el disparo que terminó con la vida de Meckler, observó con atención como describieron  Pedraza, el ex jefe de la Unidad Departamental Angel Domínguez y la comisario Marcela Chino, los momentos posteriores al violento episodio.
En la declaración del ex jefe de la Comisaría, las juezas Virginia Emma, Nora Sucaría y Lelia Manavella apuntaron al vínculo de Pedraza con Baranovsky, lo que sucedió tras el disparo en el patio de la sede policial y las irregularidades que se reproducían allí.
Pedraza afirmó que al llegar a la escena del hecho, tras ser informado telefónicamente por Baranovsky, tomó fotografías pero evitó “tocar a la víctima”.
Según relató, el médico de la localidad llegó minutos después con la ambulancia y allí se produjo un cuestionado traslado -por el modo en que fue asistida Meckler- hacia el Dispensario y finalmente, hacia la Clínica del Sur.

El jefe policial negó haberle informado a Baranovsky que esa noche sería la última guardia de Meckler en la Comisaría, antes de un presunto traslado a Gigena. De todos modos, en audiencias anteriores el propio imputado admitió que conocía de la situación.
La tarde previa al momento en que Meckler recibió el disparo en el móvil policial, Pedraza y el imputado habían estado compartiendo recorridos por el pueblo.
«Asi que un intendente ó un titular de Seguridad Ciudadana le pedían a usted trasladar a un agente… Mire, allí esta el comisario Polack, habría que preguntarle si Jure le pide lo mismo», ironizó la jueza Sucaría ante Pedraza, cuando el comisario intentaba explicar el posible traslado.

Pornografía

Las juezas también apuntaron a la presencia de pornografía infantil en las computadoras de la comisaría.
“¿Alguien le comentó de sus subalternos que había pornografía infantil en las computadoras?” le preguntó una de las jueces y Pedrazza respondió que “nunca” las vio.
La magistrada añadió que “Asuntos Internos también reveló que había pornografía infantil”
“Decidimos abrir los discos y para no demorar las pericias, pedimos observar, al menos, los últimos dos meses para ver si existía algún problema entre Baranovsky y esta chica. Pero, lo que vimos fue imágenes de pornografía infantil. ¿Ustedes tenían algún caso de pornografía infantil en Elena? Tenían delincuencia cero, imagino que no. Meckler se quejaba ante el esposo y le decía: mirá estos asquerosos lo que están mirando”, relató la jueza.
Ante la insistencia de las preguntas, el testigo negó una y otra vez haber mirado las aberrantes imágenes.

“He sido injuriado”

Pedraza habló por primera vez desde que murió Meckler y en diálogo con Telediario volvió a negar que conociera sobre la presencia de las imágenes en las computadoras.
“Desconozco totalmente por qué estaban esas fotos. El hecho sucede un miércoles y yo salgo de licenica el viernes. Jamás las vi”, enfatizó.
Entre lágrimas, tras abandonar la sala de audiencias, el ex titular de la comisaría de Elena sostuvo que “es un momento de angustia total”
“Siempre estuve a disposición de la Justicia. He sido injuriado de todas las formas habidas y por haber. Me reservo la posibilidad de iniciar acciones legales”, advirtió.
Para Pedraza, “lo que sucedió esa noche solo ellos dos lo saben” y evitó hablar sobre si le cree ó no a Baranovsky.
Al ser consultado sobre cómo recordaba a Meckler dijo que era “una muy buena policía, una buena mujer, muy aplicada”

Rompió el silencio

Gustavo Baranovsky afirmó ante la Cámara Primera del Crimen que fue “un accidente” el disparo que terminó con la vida de su compañera, Olga Meckler.
En una nueva audiencia del juicio oral, Baranovsky dio su versión de los hechos y respondió las preguntas de los magistrados.
El policía recordó que la noche del fatal episodio, había dejado el correaje con el arma en el vehículo policial y, según relató, Meckler habría tomado la pistola, la cargó y apuntó hacia el sector del acompañante.
En su descripción, dijo que se vio “sorprendido” y al llegar a la pickup le pidió a la agente que le entregara el arma. Allí se habría producido un forcejeo en el que se activó la pistola y el balazo impacta en la nuca de la víctima.
Baranovsky precisó que Meckler “quedó en el asiento, tiesa” y observó que comenzó a perder sangre. En medio del relato, el acusado se largó a llorar y luego, añadió que su primera medida fue llamar a Exequiel Pedraza, el jefe de la comisaría de Elena.
Su superior le habría manifestado que llamaría al médico, quien arribó minutos después en una camioneta particular.
El imputado dijo que pensó en llevarla él mismo hacia el dispensario del pueblo, pero aseguró que temía generarle una lesión mayor.

“Escena contaminada”

El doctor Enrique Zabala, abogado de Baranovsky, sostuvo en diálogo con Telediario que su defendido, “tras el impacto llamó por teléfono a emergencias y al jefe de la comisaría e intentó pararle la sangre y ayudar a la víctima”.
“A los 3 ó 4 minutos llegó la unidad sanitaria pero, lo que hicieron después los jefes, no se… Acá se probaron muchas cosas: la cargaron con mucha desaprensión, la pusieron en la unidad de traslado en una posición al revés, no la sujetaron a la camilla, el chofer ni siquiera era un paramédico, se trataba de una unidad de atención y no una ambulancia, no la canalizaron… todo eso no tuvo nada que ver con Baranovsky. Si demoraron 20 minutos en trasladarla es responsabilidad de la Policía”, subrayó.
Para Zabala, “la escena del crimen se contaminó de manera espantosa, los policías que llegaron después tocaron el arma y el fiscal no ordenó el secuestro y el cuidado del arma”.
“Nos han arruinado la prueba porque no pudimos obtener rastros biológicos. Esto fue impericia, en un principio. Estamos hablando de que uno de los jefes se puso a sacar fotos y a rellenar en un libro de guardias. Nadie pensaba en Baranovsky ó la víctima, solo intentaban cubrirse ellos mismos”, subrayó.
Zabala reconoció que hubo maltrato de los jefes a la víctima: “fue hostigada por el jefe de la comisaria, que la consideraba hasta peligrosa”.
“Decían que se la tenían que sacar de encima y pidieron el traslado. El jefe no solo recargaba a todos con trabajo sino que a Baranovsky lo usaba de chofer. Veían pronografía, películas… era un contexto machista que afectaba a la víctima”, admitió.

El hecho

El 14 de marzo de 2012, el imputado disparó con su arma reglamentaria en la nuca de Meckler, quien se encontraba en el interior de la camioneta de la CAP. El violento episodio ocurrió a las 21,30 horas, cuando el móvil policial se hallaba estacionado en el estacionamiento de la sede policial.
Una discusión entre Meckler y Baranovsky por un tema laboral habría provocado la reacción del agresor, aunque el móvil nunca quedó totalmente claro.
La mujer sufrió severas lesiones que le provocaron una hemiplegia y posteriormente la muerte.
El fiscal tomó declaración a la víctima antes del desenlace fatal y pudo corroborar que el hecho no habría sido accidental.

“Era denigrada”

En la primera audiencia, el viudo de Meckler sostuvo que la mujer era denigrada por haber denunciado al comisario Adelqui Benegas, condenado por abusar sexualmente de mujeres policías.
Además, agentes señalaron que el jefe de la Comisaría hacía abuso de poder y maltrataba a los efectivos en el lugar. Incluso, señalaron que había imágenes pornográficas en la computadora del titular de la sede policial.
En la segunda sesión, declaró el médico que dio el aval para que Meckler realizara una declaración ante el fiscal de Instrucción Walter Guzmán, en la que señaló que el hecho no fue accidental. El especialista afirmó que la mujer estaba en condiciones de realizar un relato sobre lo ocurrido.

“Intencional”

Antonio Melano, abogado querellante, expresó que el disparo que hirió de muerte a la víctima “fue intencional”. Por su parte el viudo de Meckler, Germán Fenoglio afirmó que no le soprendió lo que pasó en la comisaría, porque su mujer siempre le comentaba “la forma en que se trabajaba” allí.

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