El crimen de Nora: “El ADN pertenece a Félix, Marcelo o Facundo Macarrón”

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El crimen de Nora: “El ADN pertenece a Félix, Marcelo o Facundo Macarrón”

juan dalmasso

Juan Dalmasso, hermano de Nora, la mujer que fue encontrada muerta en 2006, en su casa del barrio Villa Golf, aseguró que las muestras de semen analizadas en el marco de la investigación del crimen, “pertenecen a Félix, Marcelo o Facundo Macarrón”, (suegro, viudo e hijo de la víctima), respectivamente.
Las declaraciones de Dalmasso sorprenden después de un hermético silencio público y judicial, donde la querella tuvo una escasa participación en la causa.
“Asegura el CEPROCOR que lo delimita una marca que sólo pueden tener ellos tres, ni los primos, ni los otros parientes”, remarcó el hombre, que rompió el silencio en el programa Cámara del Crimen, que se emite por la señal de noticias TN.
En este sentido, remarcó que, de acuerdo a la causa, “por lo que ve el médico, mi hermana tuvo sexo antes de morir”. “La escena del crimen que encuentro es de mucha violencia”, destacó. E indicó que el cadáver “tenía semen sobre el pubis”, y que además “había algunas manchas sobre la sábana”. “Primero les costó saber si era semen, aunque parece que no había espermatozoides, aparentemente”, afirmó.
A su vez, afirmó que al cuerpo “lo entregaron lavado”, y advirtió que “el tipo de autopsia que tenía no incluía la cabeza; lo llamativo es que mi hermana tenía un golpe grande en la cabeza, un golpe muy fuerte del lado derecho, importante. Esa parte no fue analizada por los foreneses; el golpe podría haberle proporcionado a mi hermana un estado de inconsciencia”, se quejó.
Por último, desligó del crimen a su cuñado y su sobrino, y confirmó que su hermana “tenía una relación extramatrimonial; de hecho, le había dicho a algunas amigas que no estaba pasando por un buen momento con su esposo. No estaba bien con la pareja, y, aunque parecía que todo estaba bien, era para mantener la unión con los chicos”.

Informe

La causa por el crimen de Nora Dalmasso aparece estancada, sin móviles que motiven nuevas hipótesis, ni sospechosos del homicidio. Los años transcurridos desde el homicidio  en la Villa Golf derivaron en un clima de desinterés y resignación.
En el entorno familiar de la mujer señalaron que no impulsarían nuevas hipótesis de investigación y tampoco surge ningún avance en la fiscalía del doctor Javier Di Santo.
El homicida podrá ufanarse de un crimen favorecido por la impericia judicial y un cerco de silencio que nadie pudo quebrar.
En la fiscalía de Instrucción de Javier Di Santo no ingresó ningún planteo de la querella para reactivar la investigación por el crimen.
La última presunción investigativa, vinculada a la supuesta participación del viudo, Marcelo Macarrón, nunca pudo avanzar en los expedientes judiciales y no surgieron otros sospechosos.
El ADN no deja lugar a dudas sobre su ligazón con Macarrón, pero el fiscal no pudo cerrar ninguna de las otras instancias que hubiesen comprometido seriamente la situación del esposo de Nora.
Además, la hipótesis sobre la presunta participación de un trabajador del barrio ó el accionar homicida de un psicópata sexual tampoco ha sido reactivada.
El 1 de octubre del 2012, el fiscal Javier Di Santo recibió la interpretación que realizó el CEPROCOR del informe del FBI, elaborado sobre las muestras recogidas en el cuerpo de Nora Dalmasso y la escena del crimen, y el resultado permitió confirmar el origen de un “Haplotipo Y” -linaje masculino- y un ADN de mujer, hallados en la habitación del primer piso en la vivienda de la Villa Golf.
El Haplotipo Y fue advertido sobre el cinto de la bata y no corresponde a ninguno de los 29 hombres sometidos a una extracción de ADN. Entre ellos se encontraban Facundo, Marcelo y Félix Macarrón, vecinos de la víctima y otras personas que ingresaron a la habitación donde se encontraba el cuerpo de Nora.
Por su parte, el patrón genético femenino fue encontrado en el recorte de la sábana de abajo y genera menor expectativa entre los investigadores porque podría tratarse del ADN de algunas de las empleadas domésticas.
La búsqueda de un nuevo sospechoso aparece como una misión de imprevisible final a 7 años del crimen que conmocionó a Río Cuarto y el país. Los sucesivos traspiés en la investigación y el hermético cerco de silencio alrededor del homicidio parecen conducir el caso hacia la perpetua impunidad.

 Desvaríos

La pericia genética realizada en los Estados Unidos había sido contundente: se halló ADN de Marcelo Macarrón en la zona genital y el cinto de la bata con el que ahorcaron a la víctima. Di Santo intentó profundizar la pista sobre un eventual arribo del viudo desde Punta del Este la noche del crimen, pero casi 4 años después no había registros comprobables.
Macarrón había reconocido que mantuvo relaciones sexuales con Nora 4 días antes del homicidio y los expertos genéticos afirman que las huellas genéticas pueden permanecer varios días en el cuerpo de la mujer. Sin otro elemento que pueda cercar al viudo, Di Santo desestimó la sospecha.
La prueba también favoreció a Facundo, quien estaba imputado por una extraña interpretación del fiscal. Una supuesta ventana temporal y el hallazgo de haplotipo Y condicionaban al hijo de Nora.
Como ocurrió con Gastón Zárate, la imputación de Facundo estuvo formalizada por pruebas endebles y desvaríos argumentales. Para detener al perejil se utilizó el confuso argumento de un joven con retraso mental y para acusar al hijo de Nora se describió una supuesta relación sexual que el fiscal jamás pudo probar mínimamente.
Lo curioso es que la autopsia forense señaló que Nora murió antes, durante ó después de una relación sexual brusca y en la zona genital solo se halló ADN de su marido, quien quedó totalmente desvinculado del caso.

Desincriminado

El desenlace de la investigación pericial permitió que Facundo Macarrón, hijo de la víctima y único imputado en la causa, sea desincriminado y no quedaron sospechosos en la causa.
La principal prueba para desvincular a Facundo y Macarrón surge del análisis del Ceprocor. Los rastros genéticos del viudo aparecían en la zona genital de Nora y el hallazgo había enfocado en él las sospechas.
Sin embargo, Macarrón había asegurado que mantuvo relaciones sexuales con Nora antes de su viaje a Punta del Este y el fiscal nunca pudo determinar que hubiese regresado de Uruguay durante la jornada del homicidio.
El Ceprocor señaló que el semen que se encontró en el cuerpo de Nora podría corresponderse con la relación que Macarrón dijo haber mantenido con ella el 19 de noviembre.
La titular del laboratorio, Nidia Modesti, precisó que el ADN puede permanecer en la zona vaginal con una relación de cuatro, cinco, siete días o más.
Algunos estudios dicen que pueden ser hallados hasta cinco días en cuello uterino, 10 días en útero y trompas y hasta 17 días en el tracto genital superior.

 

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