El padre Gerardo Rivetti, sacerdote de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, recordó el encuentro que tuvo con el ahora santo Juan Pablo II y dijo que esta canonización representa un hecho de mucha importancia para la Iglesia porque significan el reconocimiento de una renovación a partir de su papado.
El padre Gerardo Rivetti, de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, celebró este domingo una misa en la gruta de Juan Pablo II para celebrar la canonización del Papa polaco que estuvo a cargo de la conducción de la Iglesia Católica entre 1978 y 2005.
Rivetti manifestó la importancia de este reconocimiento, que llega de la mano de Francisco, porque al igual que Juan XXIII, representa una etapa de renovación de la Iglesia. «En el caso de Juan XXIII, impulsó el concilio vaticano y renovó la Iglesia; y Juan Pablo II también, desde los viajes, instauró una Iglesia misionera», expresó.
Además, el sacerdote señaló que esta designación como santo representa para él algo muy importante, ya que en el año 2002 visitó a Juan Pablo II junto con Monseñor Staffolani. «Él nos recibió y ahora puedo decir que tuve la dicha de abrazar a un santo», relató, y agregó: «Pudimos tener una audiencia con él y hasta me regaló este rosario que ahora llevo puesto».