La mujer y su rol clave en el mercado laboral

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La mujer y su rol clave en el mercado laboral

INFORME MUJER TRABAJO

Día del Trabajador, 1º Informe – En Río Cuarto el 7,1 por ciento de los trabajadores no consigue empleo. Entre los desocupados, un 13,2 por ciento de los varones está sin trabajo y el 6,9 por ciento de las mujeres sufre el mismo flagelo. Además, un 38,2 por ciento del Gran Río Cuarto tiene empleo en negro. Las más perjudicadas son las mujeres: un 42,9 por ciento no está blanqueada. Ellas, por imposición y por derecho, disputan un mercado donde asumen un rol cada vez más protagónico.
Viviana Pomiglio -concejal-, Sandra Somadossi -trabajadora de la Salud-, Silvia Sánchez -empleada mercantil-, Alejandra Peralta trabajadora doméstica- y  Soledad Torres -sector gastronómico-, dialogaron con Telediario en el primero de los informes de Telediario sobre el contexto laboral en la ciudad.
Viviana Pomiglio destacó que «la visión de la mujer es cada vez más tenida en cuenta en las grandes decisiones»
Para Sandra Somadossi, «en el sector de Salud, la mujer tiene una inserción muy importante»
«Entre un 65 y un 70 por ciento de la mano de obra es femenino y en esto, influye el acceso de la mujer a la educación y que el poder adquisitivo de los salarios ha disminuido, por lo que el varón lo ha resignado como opción», aseveró.
Para Silvia Sánchez, «la mujer tiene más sufrimiento para cumplir con su labor porque debe ser mamá y ama de casa».
«Quizás no hay diferencia en el sueldo con el hombre, pero cuando se le enferma un hija y debe pedir permiso, tiene muchas complicaciones», admitió.
Alejandra Peralta, quien se desempeña desde hace 10 años como empleada doméstica, afirmó que «hay un crecimiento en el reconomiento de los derechos»
«La nueva reglamentación permitió adquirir derechos básicos, pero en muchos casos no se cumplen todos los artículos. Hay todavía una mirada de patrón y servidumbre que hay que superar», enfatizó.
Soledad Torres admitió que «hay una tendencia a buscar chicas lindas y jóvenes para determinados empleos».
«Pero, se debería enfocar en la capacidad y también la experiencia», expresó.
Pomiglio sostuvo que «la ciudad, el país y el mundo necesitan de una mirada que complemente al hombre y la mujer».
«En la década del 90 comenzó el proceso de femenización de la pobreza. La mujer ingresa al campo laboral porque su marido quedó desempleado y no le quedó otra opción. En el 2001, cuando el desempleo tuvo otro pico, la mujer debió asumir empleos no calificados en un rol de esposa, trabajadora, madre y hasta terapeuta del grupo familiar», argumentó.
Para Somadossi, «hay una visión histórica en el que el salario de la mujer era un complementario del salario del varón y esto la realidad lo ha modificado».
Sánchez coincidió, aunque añadió que «en una sociedad de consumo la mujer acompaña el contexto laboral para mejorar el estándar de vida».

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