La potencialidad del arte para ayudar a sanar está probada. Desde médicos clínicos hasta psiquiatras reconocen que es un buen recurso para mejorar nuestro estado de salud física, psicológica y la calidad de las relaciones vinculares.
Muchas instituciones que trabajan en salud mental han implementado espacios de producción artística en distintos enfoques y estrategias terapéuticas. En el Neuropsiquiátrico provincial existen varios talleres de radio, cerámica, teatro, reciclado, para pacientes internos y externos. Uno de los talleres es el de arte mural “Piantados pintados” que funciona desde marzo de 2013 en el área de rehabilitación.
“Integramos los talleres artísticos terapéuticos de Abracadabra Creatividad, Arte y Salud Mental, una asociación civil sin fines de lucro que trabaja conjuntamente con el hospital”, explica Carla Rizzoli, psicóloga que trabaja en este taller junto a la artista plástica Alejandra Daoiz. “La propuesta consiste en diseñar, definir y producir murales de manera colectiva para trascender los muros del “manicomio”. Las talleristas intentan motivar la expresión de sentimientos, pensamientos y deseos mediante el arte mural, intentando generar sensibilidades en la sociedad fuera de las problemáticas de la salud enfermedad”, señala Daoiz.
Las talleristas agregan que intentan generar cambios en la subjetividad del paciente reconstruyendo el lazo social con el afuera. “Desde 2011 se desarrollan murales con pacientes internos, externos y miembros de la comunidad, considerando el arte como medio de expresión y de interpretación de la realidad en la cual el individuo vive y se desempeña como sujeto inserto en la cultura”, relatan. Cuentan que, cuando un nuevo muralista llega al taller, ya es nombrado como artista.
“No es un paciente externo ni interno, sino un artista, este juego de palabras también posiciona al sujeto anclándolo en algo, lo cual ayuda también a un proceso de subjetivación, a un hacer que de cierta manera lo nombra”, explican las coordinadoras de Piantados Pintados. El arte mural les permite a los pacientes tomar la palabra, entablar cierto lazo social con el otro, esto es el poder de cura, la magia del arte. “El arte tiene esa magia de poder, a través del uso de este objeto, transformar cierto modo de estar, cierto modo de vincularse con el otro”, aclara Rizzoli.
Desde su enfoque intentan no reproducir lo que llaman “la lógica manicomial” y buscan sensibilizar a la población con la idea de romper el prejuicio que se tiene del loco como peligroso. “Tratamos de usar el arte como recurso terapéutico y objeto intercambiable con la sociedad como medio propicio para esbozar algo del lazo social. Por eso hicimos la apuesta de pintar fuera del hospital, empezamos con los muros externos y luego hicimos varias intervenciones fuera del hospital, organizamos festivales y una muestra instalación denominada ‘Sin libertad no hay salud mental’ que se expuso en un museo y en el Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba”, cuenta Rizzoli.
Resocializar
En el sanatorio Prof. Dr. León Morra también se desarrollan talleres de arteterapia y rehabilitación para pacientes internos y ambulatorios. “Trabajamos en el aquí y ahora, intentamos intervenir y apoyar al paciente a recuperar, a rehabilitar sus capacidades creativas y su reinserción socioafectiva”, señala Florencia Di Yorio, psicóloga y coordinadora del servicio Hospital de Día del Sanatorio. “Tratamos fomentar la reflexión, posibilitar la participación, reivindicando el derecho a la palabra, propiciando un espacio de escucha y, por sobre todo, desnaturalizando la enfermedad como impedimento a la creatividad”, añade.
Antes de la implementación del Servicio de Hospital de Día, en este sanatorio se daban actividades de Educación Física y de laborterapia. Actualmente existen nueve talleres para los pacientes internados y para los ambulatorios, como cocina, baile y expresión corporal, teatro, educación física, comunicación, manualidades, cine y debate y música. Y desde hace 14 años la institución organiza el Encuentro Provincial Inter-Institucional de Teatro Experimental “Prof. Dr. Carlos Morra”.
El objetivo es la resociabilización e interacción del paciente con sus pares, así como el desarrollo de hábitos de la vida diaria. “Se trata de rescatar la capacidad de juego, donde queda implícito el deleite, la alegría y la necesidad de integración que cada juego impone para hacerse efectivo”, dice Di Yorio. “Expresiones compartidas” fue creado especialmente para la expresión teatral de pacientes psiquiátricos, con el objetivo de proyectar y desarrollar las cualidades expresivas de los pacientes en tres dimensiones: la social, la estética y la sanitaria. Al trabajar con la creatividad que cada uno posee, el beneficio es fundamentalmente el de bienestar (“el sentirse vivo”). Pero también promueve que se asuman responsabilidades y acepten normas; favorece y mejora la autoestima; permite aceptar y superar las derrotas y
estimular la participación e
iniciativa, entre otros beneficios.
“Trabajamos con la resiliencia, la capacidad para sobreponernos a períodos de dolor emocional y situaciones adversas. Intentamos, a través de nuestros talleres, abordar los atributos ‘sanos’ del paciente y no sus debilidades o patologías”, agrega la psicóloga.
Expresión creativa
El arte como medio de comunicación brinda canales expresivos y creativos que fortalecen nuestro desarrollo personal y social. Es una herramienta para que aprendamos a enfrentar problemas desarrollando habilidades y recursos para afrontarlos.
“Crear es un acto vivo, espontáneo y natural que nos posibilita acceder a una comprensión más amplia de la propia realidad, transformando nuestro mundo interno. El poder transformador del arte radica en el proceso creativo, poniendo énfasis en el lenguaje artístico desarrollamos las condiciones para que el aprendizaje sea posible, sin forzar nada, abriéndonos a la experiencia; a través de propuestas simples entrenamos la atención, la sensibilidad, la capacidad de expresión y el talento creativo que todos tenemos”, señala Héctor Fuentes, facilitador de procesos de cambio y coordinador de los talleres de expresión artística y arteterapia que funciona en el Espacio Lila, en barrio General Paz.
La creatividad es la capacidad de producir respuestas originales a cualquier problema. “La ‘terapia centrada en la experimentación artística’ a través de la ‘libre expresión’, ‘expresión creativa’, ‘arte terapéutico’, ‘arte curativo’ o ‘arteterapia’, como también se le conoce, es una nueva forma deliberada de utilizar la expresión creativa para ayudar a sanar”, explica Fuentes.
Además de realizar el objeto de arte para utilizar como ornamento, explican, esa creación será utilizada como un medio de sanación de las emociones contenidas que no han sido expresadas y que están causando conflicto interno. Es una manera de dar forma a lo subjetivo, transformar la energía de la emoción en símbolo para posteriormente ponerle la palabra y saber qué quiere decir. El lenguaje de los símbolos es el lenguaje del inconsciente.
“Es clave darle forma y voz a los síntomas, porque nosotros nos manejamos en un mundo de palabras. Sabemos la importancia de lo no verbal, lo gestual y corporal en la comunicación interpersonal; sin embargo, lo que nos hace específicamente ‘humanos’ es el acceso a la dimensión de lo lingüístico”, señala el profesor.
Lenguaje
El lenguaje hablado y estructurado es la forma de comunicación más utilizada. Al trabajar con arte terapéutico, el proceso que se seguirá comenzará con la expresión de la emoción. Hacer el contacto con lo perturbador y sentirlo y sacarlo por medio de los elementos de arte.
Para vivir con creatividad debemos desprendernos de todas las formas de rigidez que no nos permiten abrirnos a la espontaneidad.
La creatividad es más que la mera espontaneidad, está envuelta también en algo de deliberación. Es algo más que un juego sin propósito, aunque incluye el juego: es comprender que existe una íntima relación entre la psicología y el arte. Ambos tratan de los sentimientos y las intuiciones, y ambos buscan dentro del mundo interior para crear un mundo exterior mejor.
Fuente La voz del Interior
Horacio Vivir Mejor