400 familias dependen de 25 cooperativas
400 familias riocuartenses dependen cada mes del trabajo de las cooperativas. 20 asociaciones tienen convenio directo con el Estado y otras 5, están ligadas al caudal de obras.
Son trabajadores de la informática, el mantenimiento de espacios verdes, la limpieza de edificios públicas, la enseñanza en jardines y la construcción. Nacieron como consecuencia de las crisis de la crisis y se gestaron desde la dignidad del trabajo.
Marcela Ferreyra, integrante de una cooperativa de la construcción, manifestó a Telediario que fue aprendiendo «a la par de las obras».
«Nosotros teníamos el plan trabajar y yo iba a estudiar para terminar la primaria. Después, se me dio la posibilidad de construir el CIC. Me anoté y a la semana me llamaron», recordó.
Marcela admitió que «muchas chicas quedaron en el camino y tuvimos que enfrentar muchas veces la mirada del hombre sobre cómo teníamos que construir».
«Una vez, en una charla de capacitación, uno de los compañeros nos dijo: las mujeres están para la cocina. Un gesto de machismo», enfatizó.
Por su parte, Soledad Carrizo, empleada de una cooperativa de limpieza, aseveró que el asociativismo permitió «una salida a la falta de trabajo».
«Mi mamá ya estaba en la cooperativa y me permitió ingresar. En mi caso, lo que gano es muy importante para la economía familiar. Esto me permite no solo depender de mi marido. El objetivo es progresar y en un futuro, poder formar una familia con hijos», resaltó.
Soledad expresó que «fue difícil acomodarse a la idea de la cooperativa, pero me gusta donde estoy y me siento orgullosa del lugar que ocupo».
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