Reprogramar células dañadas

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Neurociencia – Andrés De la Rossa es un joven científico nacido en Unquillo y  radicado en Suiza. Desarrolló una investigación en la cual demostró que introduciendo los genes adecuados es posible reprogramar las células que se encuentran dentro de un tejido diferenciado.
Con esta nueva terapia, se podrían revertir procesos neurodegenerativos como el de Alzheimer, Parkinson o esclerosis múltiple.
Andrés tiene 32 años y no sólo terminó un doctorado en Ciencia becado por la Universidad de Ginebra (Suiza), sino que recibió el Premio Pfizer a la mejor investigación del año en neurociencia.
Además, publicó su artículo en la revista científica Nature Neuroscience, la más importante en el mundo sobre la disciplina, y que lo posiciona como un destacado joven científico.
“Inicialmente, durante mi doctorado, desarrollé una nueva forma de terapia génica, es decir, de introducir genes en las células in-vivo (seres vivos, como los animales de laboratorio)”, cuenta el científico el principio de su investigación.
Luego, De la Rossa demostró que, introduciendo los genes adecuados, es posible reprogramar las células que se encuentran dentro de un tejido diferenciado.
“En nuestro estudio, introdujimos los genes en células neuronales y estas células se reprogramaron de acuerdo con las instrucciones dadas por los genes introducidos. Más aún, en el caso de las neuronas, la terapia génica indujo a una nueva conexión del circuito neuronal”, explicó Andrés.
Estos experimentos muestran un nuevo paradigma, según el cual las células altamente diferenciadas, como las neuronas, son capaces de reprogramarse bajo la influencia de los genes adecuados.
Con esta nueva terapia, se podrían, en un futuro, revertir procesos neurodegenerativos tales como Alzheimer, Parkinson o esclerosis múltiple introduciendo genes “sanos” en células “enfermas”.
Y no sólo eso, sino que este tipo de terapia no sólo se aplica a las neuronas sino que es una reprogramación celular que se puede aplicar a cualquier tipo de célula (de todo el cuerpo humano).
Sin embargo, para ver los resultados en humanos habrá que esperar, ya que “estos estudios han sido hechos en animales de laboratorio y la tecnología actual no permite hacer ensayos en humanos, con lo que los beneficios para el hombre podrían tardar varios años en llegar”, según sostuvo De la Rossa. En este proyecto intervinieron ocho personas entre los científicos de la Universidad de Ginebra y los de la Universidad de Lausanne (también de Suiza), de las cuales Andrés es el autor principal de la investigación.

Fuente La Voz del Interior

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