En un comunicado, plantearon la disconformidad «con la forma antidemocrática con que se trató el proyecto de Reglamento de Servicio de Transporte Público de la ciudad».
Organizaciones sociales, estudiantiles y sindicales confirmaron un acto «contra el boletazo», tras la polémica sesión en la que el oficialismo decidió elevar el monto del pasaje a 4,50 desde marzo y a 5 pesos en junio.
La concentración es impulsada por la CGT, la FURC, la Pastoral Universitaria, CTA y Federación de Cooperativas de Trabajo. El encuentro se realizará el jueves, a las 19,30, en Plaza Roca.
A través de un comunicado, la organización delasotista La Militante, liderada por Franco Miranda, anunció que se sumarán «al justo reclamo de la gente y de las organizaciones en contra del Aumentazo del boleto de colectivo urbano y en disconformidad con la forma antidemocrática con que se trató el proyecto de Reglamento de Servicio de Transporte Público de la ciudad».
«Era nula»
Para el abogado Daniel Lacase, abogado de la CGT, la polémica sesión en la que se aprobó el aumento del boleto de colectivos «era nula, incluso antes de la determinación del concejal -Mauricio- Dova», quien dio por terminado el debate.
«La falta de quorum anula la sesión», opinó Lacase, quien confirmó que presentarán esta semana «una medida cautelar» y pedirán «la nulidad del acto».
Desde el Justicialismo afirman que el presidente del Concejo Deliberante, Claudio Miranda, nunca convocó ni puso a votación un eventual cuarto intermedio.
La sesión iniciada el jueves concluyó un día después, con la presencia de los ediles del oficialismo y de Eduardo Scoppa. Allí se aprobó elevar el boleto a 4,50 en marzo y a 5 pesos en junio.
Horas más tarde, el secretario general de la CGT Río Cuarto anunció que buscarán frenar el aumento dispuesto hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo.
Sobre la interrupción de la sesión durante el día jueves, Tello dijo que se trató de «hechos aislados que respondían al estado mismo de la sesión» y negó que haya habido un avasallamiento institucional.
Según el líder sindical, el municipio arrastró a los incidentes porque «hizo oídos sordos a los reclamos sociales».