Lo dijo Martín Suárez, quien se desempeña como apadrinador en los campos de doma. Dice que el caballo utilizado en los espectáculos de jineteada no sirven para otras actividades y niega que haya maltrato hacia los caballos.
La polémica por la muerte de una yegua en la noche inaugural de Jesús María reavivió los reclamos de las organizaciones proteccionistas que aseguran que los espectáculos de jineteada incentivan el maltrato animal.
Desde el ambiente de la doma, el apadrinador Martín Suárez se refirió a la polémica y consideró que las consecuencias de estos reclamos serán contraducentes para los animales. «Si ellos [los proteccionistas] pueden lograr que no se realicen más jineteadas, lo único que van a estar logrando es que miles y miles de caballos vayan a una entidad frigorífica, porque el caballo que nace para reservado no sirve para otra cosa», expresó.
Suárez negó que haya maltrato animal y aseguró que «la espuela al caballo no le hace nada», y aclaró: «El caballo se cuida más que una mascota porque la jineteada dura solo 12 segundos y después el caballo vuelve al campo con su ración, su agua, etcétera».