Bacterias y parásitos en las piletas

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El agua estancada favorece la reproducción de microorganismos que afectan la salud de las personas. Los ojos, oídos y pie pueden verse perjudicados.
A fin de asegurar la efectividad de los productos, la cartera sanitaria nacional, a cargo de Juan Manzur, recuerda la importancia de respetar estrictamente las indicaciones del rótulo de los envases, en lo que se refiere a dosificación, precauciones y condiciones de almacenamiento. Además, en la etiqueta deberá constar el número de registro nacional de establecimiento (RNE) y el número de registro nacional de producto de uso doméstico (RNPUD).
La farmacéutica María José Sánchez, directora de Vigilancia de Productos para la Salud de la ANMAT, explicó que «el agua de las piletas suele ensuciarse con gran facilidad por diversos factores como tierra, hojas, restos de protectores solares que los usuarios dejan en el agua, entre otros, pudiendo haberse desarrollado en ese medio, además, microorganismos como bacterias y algas. Por ello es fundamental conocer y aplicar de manera adecuada los productos para tratamiento de agua de piscinas que existen en el mercado y que están aprobados por ANMAT».

Productos y usos
El cloro mantiene el agua libre de bacterias, ya que su función es destruir estos microorganismos. Es importante realizar el tratamiento con la cantidad adecuada, teniendo en cuenta el volumen de agua que contenga la pileta. Debe controlarse periódicamente que su nivel no sea excesivamente alto o bajo, y para ello pueden utilizarse kits de tiras de prueba que permiten su medición.
En las piletas de natación es importante controlar el pH del agua al menos una vez por semana, utilizando el kit de medición, lo que influye directamente en la efectividad del cloro. El pH debe encontrarse en un valor de 7,2 a 7,6. Si el pH es mayor o menor, la efectividad del cloro como germicida disminuye. En caso de que el pH no se encuentre en los niveles adecuados, debe utilizarse un producto incrementador (alcalinizante) o reductor (acidificante) del mismo.
También puede requerirse la utilización de alguicidas para eliminar las algas presentes en la piscina, las cuales provocan que el agua se torne verdosa y que las paredes y el fondo de la pileta se vuelvan resbaladizos. Su aplicación se realiza en cada renovación del agua y periódicamente en la dosis recomendada en el rótulo.
En tanto, los floculantes son utilizados en el mantenimiento de piscinas en las que el agua se ha vuelto turbia debido a la presencia de partículas en suspensión. Este producto provoca el aumento del tamaño de dichas partículas y su decantación al fondo de la pileta, facilitando la limpieza mediante la utilización del barrefondo.
La aplicación de los productos debe realizarse en ausencia de bañistas, y luego de aplicados el agua debe ser recirculada. Es de destacar que los mismos siempre deben mantenerse fuera del alcance de los niños y de las mascotas.

Fuente www.msal.gov.ar

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