Psicología: veranear con amigos

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Ir de vacaciones con un grupo de amigos puede ser muy divertido, pero también una pesadilla si no se evitan de antemano algunos de los conflictos más comunes.«El año pasado, mi marido, mis hijos y yo fuimos de vacaciones con nuestros mejores amigos. No nos poníamos de acuerdo con las comidas ni los horarios ni nada, fue una pesadilla. Este año vamos a repetir la experiencia para reconciliarnos pero tengo pánico a lo que pueda ocurrir». Mercedes (Toledo)
Lo que te pasó es muy habitual. Si ya es un problema poner de acuerdo a toda la familia, hacerlo con amigos es un reto. Ten en cuenta que en tu hogar los roles ya están definidos, pero ¿qué sabes de la intimidad de tus amigos? En una situación así se agota la paciencia con las manías de quien no es de tu familia y, a menos que lo pongáis todo muy claro, estallará una nueva guerra.
Para evitar los conflictos más comunes debéis negociar y llegar a un acuerdo en tres asuntos vitales: dinero, orden y obligaciones.
Respecto a los gastos, cada familia tiene sus limitaciones y prioridades y se administra a su manera. Antes de salir, decidid qué gastos serán comunes y cuáles no. En cuanto al orden, cuando tienen que convivir personas muy meticulosas con otras que son un desastre, más vale concienciarse de antemano para ser tolerantes.
¿Y qué pasa con las obligaciones? ¿Hay que limpiar la casa, hacer la compra o cocinar? ¡Cuidado! Ésta es otra bomba de relojería. Repartid de antemano estas tareas estando todos de acuerdo.
El último consejo para sobrevivir es ir con la idea de que ir juntos de vacaciones no significa hacerlo todo juntos. Si tu familia quiere ir a la playa y la otra de excursión, ya os veréis en la cena.
Habla con tu marido y tus amigos. Si no tenés auténticos deseos de compartir unas felices vacaciones, es mejor desistir.

 

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